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Educación inicia la retirada de nombres franquistas de 11 colegios

La Xunta rebautiza la escuela de Educación Infantil Francisco Franco de Beariz

Cuando los pequeños de Beariz (Ourense) retomen o se estrenen en las aulas, en septiembre, ya no verán colgado del frontón de su colegio el nombre del dictador Francisco Franco. Y los adolescentes del instituto de Marín hasta ahora dedicado al almirante Salvador Moreno, encargado por el dictador de reconstruir la Marina tras la Guerra Civil, cursarán la enseñanza secundaria en el Illa de Tambo.

El DOG ha publicado el cambio de denominación de tres centros
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El PP considera "secundario" el cambio en el Juan Canalejo

Al igual que la Consellería de Sanidad que rebautizará el hospital Juan Canalejo de A Coruña, Educación ha iniciado los trámites administrativos para cumplir la Ley de Memoria Histórica y suprimir las denominaciones franquistas de los 11 centros públicos de enseñanza que siguen exaltando la memoria de protagonistas del golpe militar del 36 o de la dictadura. "Nuestra obligación y vocación es cumplir" esa ley que desde enero obliga a suprimir de las instituciones públicas todo homenaje a golpistas, a la Guerra Civil o la represión de la dictadura, afirmó ayer el presidente de la Xunta. Emilio Pérez Touriño confirmó que Sanidade ultima el expediente para cambiar de inmediato el nombre del complejo hospitalario universitario de A Coruña, que dejará de incluir la denominación de Juan Canalejo, un activo mando de la Falange en los meses previos a la sublevación.

"Espero que sea pronto", deseó el jefe del Gobierno gallego, aunque remarcó que el cumplimiento de la ley "tiene unos ritmos de desarrollo" que impiden agilizar los trámites. En el caso del hospital coruñés, es voluntad de Sanidade, tras varios aplazamientos, enviar este mismo mes al Consello de la Xunta el cambio de denominación.

En el ámbito de la enseñanza, la tramitación es más lenta y engorrosa. De momento, ya está aprobada y a punto de ser publicada en el Diario Oficial de Galicia la nueva denominación de tres de los 11 centros afectados, el de Beariz y dos de Marín, como son el mencionado instituto y la escuela de educación infantil que llevaba el nombre de Calvo Sotelo.

Fue una circular de Inspección, informando de la entrada en vigor, el 27 de diciembre de 2007, de la Ley de Memoria Histórica y sobre la necesidad de acatarla, la que inició el proceso. Las nuevas denominaciones de cada centro tienen que ser propuestas y aprobadas por sus consejos escolares. Adquieren carácter formal tras la tramitación administrativa en la consellería que finaliza con su publicación en el DOG. En el caso de las escuelas de educación infantil y primaria, como es la de Beariz, el cambio de nombre requiere un informe favorable del ayuntamiento.

Hace ya un mes que se cumplieron los requisitos para eliminar el nombre de Francisco Franco de un colegio que seguirá ubicado en la calle Carrero Blanco. La mayoría de los centros de enseñanza con denominación franquista están en Ferrol y A Coruña, unas ciudades donde prolifera aún la simbología franquista. En Ferrol, sigue habiendo un centro de educación especial dedicado a la esposa del dictador, Carmen Polo, así como un centro de primaria y un instituto con nombres de ministros y amigos del caudillo, Marqués Suances y José Ibáñez Martín.

Son tres los centros de primaria en A Coruña, como el Montel Toucet (un militante franquista), el Enrique Salgado Torres (director general de la Vivienda) y el Sanjurjo de Carricarte (alcalde de la ciudad durante la dictadura). La obligación de estos centros de iniciar los trámites para mudar de denominación o el inminente cambio del hospital central de A Coruña no afectará a los planes del ayuntamiento de tomarse su tiempo para rebautizar una treintena de calles dedicadas a golpistas y dirigentes franquista o sobre la retirada de la estatua de Millán Astray, otro de los exponentes de la simbología franquista que campa a sus anchas en la capital provincial. Una comisión municipal de honores y distinciones, integrada por los tres partidos de la corporación, es la encargada de aplicar la Ley de la Memoria Histórica. De momento, el ayuntamiento coruñés se limitó a retirar un par de placas y cambiar el nombre de una avenida.

En Culleredo también hay un instituto público dedicado al crucero Baleares, uno de los sublevados del golpe militar. Y en la provincia de Pontevedra, quedan por cambiar el nombre de un centro escolar de la capital, el Almirante Salvador Moreno, así como un colegio de Vigo, el Doctor Eijo Garay, obispo muy cercano al dictador.

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