Regantes de Jaén critican el uso político del agua

Representantes de seis comunidades de regantes de Jaén, que agrupan en torno a unos 3.000 comuneros, denunciaron ayer la "utilización política" del agua por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) al entender que se está favoreciendo a otras comunidades en las concesiones para el riego.

Los regantes, de las comarcas de Cazorla, Segura y Las Villas, sostienen que la Confederación del Guadalquivir, en sintonía con la Junta de Andalucía, no sólo no está aportando soluciones al déficit hídrico de la cuenca, sino que están sembrando el miedo entre los agricultores.

"Estamos viviendo una situación feudal donde impera el miedo entre los regantes a denunciar las situaciones de arbitrariedad que se están dando", denunció Rafael Ortiz, presidente de la plataforma Jaén por el Agua, que dice contar con el apoyo de las organizaciones agrarias COAG y Asaja, pero no de la UPA, alineada con la asociación de regantes Areda.

Los miembros de la plataforma pusieron como ejemplo los casos de las comunidades de Quesada, La Puerta de Segura o Siles que, a pesar de contar con concesiones de aguas públicas, se le niega el riego de socorro aprobado por la CHG y, en algunos casos, se ha actuado contra ellas ordenando la demolición de sus instalaciones.

"O nos dejan regar o tendremos que coger las maletas hacia otra parte", advirtió Juan Antonio Cantisano, presidente de la comunidad Colorines de Quesada, compuesta por 400 regantes.