"No me importa intervenir los teléfonos un año o dos"
El magistrado se ofreció para investigar a los extorsionadores de un amigo
Al magistrado Francisco de Urquía, apartado de un juzgado de Marbella (Málaga) desde el verano del año pasado, se le acumulan las apariciones en sumarios judiciales. La última está relacionada con la investigación por corrupción policial en la que se encuentran implicados cuatro mandos de la unidad antimafia de la Costa del Sol y uno de los mejores amigos del magistrado, el empresario marbellí Arnaud Fabrice Albouhair, dueño de la discoteca Olivia Valere.
En estas diligencias, el juez Urquía acuerda con uno de los policías imputados la posiblidad de instruir un caso por un intento de extorsión que afecta directamente a su amigo y se ofrece a mantener escuchas telefónicas sin importar el resultado de las investigaciones.
El juez planteó a un policía imputado intervenir en un caso de un amigo
"Si necesitas lo que sea, mandamientos, para cargarte a esa gente me lo pasas a mí", comenta en una conversación telefónica a Carlos Farré, jefe de Udyco de Marbella, en libertad bajo fianza de 50.000 euros por esta causa. "A mí no me importa tenerle los teléfonos intervenidos durante un año o dos, ¿eh?, aparezca lo que aparezca. (...) Tú eso me lo pides a mí directamente y lo hacemos, vale?". El policía, encarcelado un mes por su implicación en el caso, le contesta: "Fenomenal, mejor contar contigo que no con alguien que ande con problemas con las prórrogas y con tal...". "Como si tenemos el teléfono intervenido hasta el 2009", le contesta el magistrado.
En la actualidad, Urquía tiene dos causas abiertas en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) por prevaricación y cohecho. El juicio de la primera, en la que compartirá banquillo con el máximo imputado del caso Malaya Juan Antonio Roca y su amigo Albouhair, arrancará el 21 de julio. Ayer por la tarde el juez declaró en la sede del TSJA por la segunda. En esta última, en la que también está imputado Albouhair, está acusado de dejar en libertad a uno de sus enjuiciados a cambio de dinero y de un intento de extorsión. Albohuair fue detenido el 13 de junio por el caso que afecta a los policías antimafia. Quedó en libertad acusado de cohecho. A Urquía no se le conoce imputación en esta causa.
Según Asuntos Internos, el magistrado llamó el 26 de mayo de 2007 al entonces comisario jefe de crimen organizado, Valentín Bahut (no imputado en la causa) para contarle que su amigo había sufrido un intento de extorsión. Una persona, que después se identifica como Pascal, golpeó al empresario en su discoteca y le exigió que le entregara una cantidad de dinero. Al parecer, durante la pelea, al agresor se le cayó un arma al suelo. Varios agentes y el juez propusieron al Albouhair que interpusiera una denuncia, pero no se formalizó por el miedo del empresario.
El juez "no sólo realiza varias llamadas a los funcionarios policiales investigados, para que se pueda dar una solución al problema originado, sino que incluso realiza varias consultas ante Carlos Farré para que funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía hagan labores de seguridad en el interior de la discoteca Olivia Valere", recogen los investigadores de Asuntos Internos en su informe.
Cuatro días después, el juez se vanagloriaba de que el supuesto extorsionador se había echado para atrás. "Ha llegado el tema de que me he movido, de que he contactado con vosotros", le dijo a Farré. "Se han acercado a él (Arnaud) a decirle que por favor, deje de hablar con policías y jueces". Aunque finalmente no hubo denuncia, el inspector Farré aseguró que iniciaría una investigación y el juez se ofreció a respaldarle.
A los investigadores les resultó "llamativo" el interés del juez en asuntos que afectaban a Arnaud Fabrice Albouhair y a un tal Chris Peralta. Según el informe, el juez intercedió en otro asunto a través de su amigo Albouhair. En esta ocasión fue por una reyerta en la discoteca Dreamers en la que resultó herida Sabrina Pardo, novia de Chris Peralta. El caso cayó en el juzgado número 4 de Marbella. En otra conversación telefónica, el juez pidió a Peralta el nombre de la chica "para saber el número de expediente" y dijo que lo único que podía hacer es "meter a la policía presión" y cuando éstos lo cojan, "hablar con la jueza del cuatro para que lo meta en prisión".
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