Condenado el dueño de una guardería por pederastia
El vecino de Utrera acepta la pena para evitar la vista
La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha condenado a Antonio C. D, el dueño de la guardería La Arboleda Happy de Utrera (Sevilla), a cuatro años de prisión por un delito de corrupción de menores cometido sobre un niño de diez años al que le daba clases de apoyo por las tardes.
El juicio no llegó a celebrarse ayer porque el acusado aceptó los hechos y la pena para evitar la vista. Antonio tampoco podrá ejercer ninguna actividad relacionada con los menores durante cuatro años.
La sentencia ordena la clausura de la escuela infantil, aunque el negocio está a nombre de otra persona desde hace meses, según Manuel Vázquez, el abogado de la defensa, lo que permitirá que siga abierta.
La Fiscalía rebajó su petición inicial de diez años de cárcel y la dejó en cuatro y multa de 1.080 euros por corrupción de menores, otra multa de 450 euros por exhibicionismo y una última de 540 euros por abusos sexuales. Los jueces también le impusieron una indemnización de 10.000 euros a la víctima. Un dinero que ya ha abonado.
Dolores Jiménez, la madre que denunció supuestos abusos a su hijo de 10 años, dijo tras conocer el fallo: "Soy la mujer más feliz del mundo. Se ha hecho justicia". La mujer abandonó el barrio hace meses. "Nos hacían la vida imposible y se burlaban de mi niño en el colegio", explicó.
El acusado estuvo 30 años regentando la escuela infantil en La Fontanilla, una barriada modesta de Utrera, hasta que en octubre lo detuvo la Guardia Civil y un juez lo envió a la cárcel. Dolores Jiménez denunció los hechos un domingo, cuando supo que el condenado le había dado seis euros a su hijo. El menor deseaba ir al cine con los amigos y ella se lo había prohibido.
El niño le contó a su madre que Antonio le entregó el dinero porque le había hecho fotografías "con el culo al aire", le había puesto películas porno y le había pedido que lo masturbara. Dolores Jiménez contó que el "chiquillo" se negó y entonces el condenado lo echó de su casa y lo amenazó si contaba lo sucedido a su familia.
La Guardia Civil encontró en casa del condenado, durante un registro, 500 fotografías de pornografía infantil.
Antonio D. C. ha recibido el apoyo de gran parte de los vecinos de su barrio desde que está en prisión. Durante ese tiempo, ha negado todos los hechos que le imputaban. Ayer, trabajadoras de la guardería y otros vecinos acudieron a la Audiencia para darle ánimos lo que alteró a la denunciante. La mujer les gritó y les insultó. Dolores contó después que durante estos meses la han llamado "prostituta" y la han acusado de "buscar dinero con esta historia". "Hoy todo lo que me han dicho me da igual porque se ha demostrado que mi hijo no mentía y este pederasta de Utrera, asqueroso, va a estar cuatro años en la cárcel", señaló.
El condenado adoptó a un niño saharaui hace diez años. Hoy ese menor tiene 19 años.
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