El verano será bizarro

Hasta en la letra del Chiki Chiki se glosaba con orgullo el concepto freaky, esa obsesión por lo cutre y raro que genera culto en diferentes generaciones. Valencia siempre ha atendido con atención a ese fenómeno, que tantas conexiones tiene hasta con el folclore propio. Parece lógico que se impulse aquí el Freak Film Festival, un certamen de cine vía Internet al que se puede presentar todo aquel que sepa utilizar en plan barato las nuevas tecnologías. El premio será una especie de fartó dorado, que lleva la mitología del Óscar a la serie Z. Los cortometrajes -o lo que sean- se pueden colgar en la web del festival (www.freakfilmfestival.com) y, por lo que se puede ver si se escarba en ella, el nivel es escalofriante, pero divertido. Aunque eso es lo que se pretende: juntar miedo y risa, apabullar con lo cutre, sustituir los medios por el ingenio. Hoy lunes, habrá proyección de cortos -y de escenas de grandes obras del cine bizarro universal, de estilo zombis y chicas en bikini- en el chiringuito Hossegor de la playa de El Puig. El sueño de una noche de verano de Quentin Tarantino. A lo largo de toda la semana, el visionado se efectuará en diferentes espacios, hasta que el domingo se efectúe una ceremonia en que se decidan cuáles han sido los audiovisuales más originales. No obstante, durante todos los lunes de verano, en Hossegor se podrán visionar los mejores cortos participantes de un festival que hará las delicias de aquellos que quieran alejarse tanto de lo habitual como del buen gusto burgués.