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37º Congreso del PSOE

El primer reto, ganar a Ibarretxe

Patxi López y Cristina Garmendia hablan sobre el cambio en la sociedad vasca y el PSE en los últimos 20 años

Luis R. Aizpeolea

Es el primer reto electoral de los socialistas tras su congreso: ganar a Ibarretxe en el País Vasco, tras más de 25 años ininterrumpidos de Gobiernos presididos por nacionalistas. El candidato socialista, Patxi López, no lo ve fácil, pero sí más probable que nunca. Para ello cuenta con apoyos inéditos en la historia del PSE como la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.

Donostiarra de 46 años, Tambor de Oro de la ciudad, de familia nacionalista y promotora de empresas de nuevas tecnologías.

El líder socialista de Euskadi no lo ve fácil, pero sí más probable que nunca
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Ayer coincidieron en el congreso del PSOE López y Garmendia, convocados por EL PAÍS. Fue una breve conversación tras la sesión de la mañana. Ella se incorporó un poco tarde, procedente del Consejo de Ministros que había decidido, precisamente, aprobar el recurso ante el Constitucional contra la consulta de Ibarretxe. Al poco de llegar, aparece el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que bromea con todos. Se ve que tiene un buen feeling con la ministra vasca, pero no se queda.

"Garmendia, de origen nacionalista y anterior votante del PNV, es un símbolo de la nueva era en Euskadi, donde al PSE ya no sólo le votan en los cinturones industriales sino que ha penetrado en las clases medias. Esa penetración no es sólo la respuesta al desgaste de Ibarretxe por su tozudez con su plan soberanista, sino a que el PSE ha encontrado la centralidad, tras enterrar hace años la política de frentes", dice López.

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Garmendia asiente. Recuerda cómo hace 20 años la imagen del PSE era la del partido de los inmigrantes. Pero todo ha cambiado -el PSE, Euskadi, España- y ella misma. "Lo fundamental para cambiar es salir de Euskadi. Ahora quiero más a mi país y necesito comprometerme con él. Y sé también mejor lo que necesita", dice.

La espiral ascendente del PSE se inicia en las elecciones municipales de 2003 y ha seguido hasta las generales de 2008, en que ganó, insólitamente, en las tres provincias vascas. López vincula el éxito a la centralidad del PSE en Euskadi en compromisos como el apoyo al euskera; en sus programas económicos y sociales frente al "discurso identitario" de Ibarretxe; en la gestión de los alcaldes socialistas, como el donostiarra Odón Elorza, complementado con el apoyo del Gobierno socialista a las empresas en Euskadi. En esta oleada, López ha pedido a Garmendia su apoyo.

Garmendia aclara que no es militante del partido, ni lo será, pero apoya al PSE -en el pasado votaba al PNV- por su programa y sus personas. "La mejor opción es el PSE porque defiende la autonomía, busca las máximas sinergias con el Estado y saca lo mejor de la sociedad vasca". Y ve en López un político "sólido, coherente y comprometido".

López anuncia que en septiembre, con la cercanía de las elecciones, el PSE lanzará su ofensiva. Garmendia es un símbolo de otros apoyos con los que López cuenta en gentes de la cultura y del mundo empresarial. Empresarios conocidos, que no quieren dar el nombre, colaborarán en el programa, centrado en política económica y social, alternativo a los planes identitarios de Ibarretxe. Tiene el respaldo de dos vascos con peso en la UE: el comisario Joaquín Almunia y el director de Exteriores, Eneko Landáburu.

Cristina Garmendia y Patxi López, en el congreso del PSOE.
Cristina Garmendia y Patxi López, en el congreso del PSOE.ULY MARTÍN

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