Obama se mueve hacia el centro
El candidato demócrata a la presidencia de EE UU cambia de discurso para conectar con los votantes moderados
En las vísperas de la fiesta nacional del 4 de julio, exhibiendo en su solapa la insignia de las barras y las estrellas, Barack Obama está embarcado en lo que fuentes de su campaña llaman "una apuesta por los valores americanos". Primero fue el lunes, con un importante discurso defendiendo, frente a todas las dudas y rumores, su convencido patriotismo. "A lo largo de toda mi vida, siempre he considerado mi profundo y continuo amor por este país como un gran don. Así es como fui criado, por eso es por lo que me dediqué a la política y por eso es por lo que soy candidato a la presidencia", dijo Obama.
El anuncio de la campaña está lleno de fotos con sus familiares blancos
El senador gana terreno cada día en las Estados más conservadores
Después, ayer, el senador de Illinois se presentó como un hombre de fe cristiana y respaldó, con gran riesgo de polémica, un programa impulsado por el Gobierno de George Bush para apoyar económicamente y de forma preferente a las organizaciones religiosas dedicadas a labores caritativas y sociales. "El Estado no puede por sí solo hacer frente a todos los retos que los tiempos actuales presentan", explicó el candidato, en un guiño evidente a los votantes evangélicos y católicos.
Estos son los pasos más recientes hacia el centro dados por Barack Obama desde que se aseguró la candidatura de su partido, pero no han sido los únicos y, probablemente, tampoco serán los últimos. Es un axioma de la política estadounidense que la nominación demócrata se gana desde la izquierda, pero la presidencia se gana desde el centro.
"Todas las grandes victorias electorales, Ronald Reagan, Jimmy Carter o Bill Clinton, se han producido desde el centro", afirma el jefe de información política de la cadena NBC, Chuck Todd.
En el caso de Obama, ese principio parece plenamente asumido y coincidente con una vocación ya centrista y moderada expuesta por el joven político en sus primeras etapas, aquellas en las que se identificaba con algunos valores de Reagan y le reconocía al Partido Republicano el dominio de las ideas en los últimos 20 años.
El fragor de las primarias empujó en los últimos meses a Obama hacia la izquierda, un territorio en el que un candidato negro y de nombre Barack Hussein Obama fue durante un tiempo objetivo fácil para los comentaristas y las webs conservadores.
Huyendo de esa etiqueta, Obama, ya vencedor en las urnas, buscó desde el primer momento el cobijo del centro. Literalmente al día siguiente de obtener la nominación, Obama compareció ante el mayor lobby judío en Washington para declarar su apoyo incondicional a Israel y defender la indivisibilidad de Jerusalén.
Desde esa ocasión, los movimientos del candidato demócrata en la misma dirección han sido constantes. Apoyó la polémica decisión del Tribunal Supremo, ganada con mayoría conservadora, que ratificaba el derecho constitucional a portar armas de fuego. Se opuso, sin embargo, a otra sentencia, ésta de mayoría progresista, que negaba la pena de muerte para los violadores de niños. Barack Obama se ha ido resituando en propuestas esenciales de su programa político, como la retirada de Irak o la oposición a los tratados de libre comercio con México y Colombia. Sobre este último asunto, que le costó a Obama duras críticas de los expertos durante las primarias, hay toda una clara reconsideración. "A veces, durante las campañas electorales, la retórica se hace exagerada y amplificada", manifestó el candidato a la revista Fortune.
Quizá esa declaración de Obama sobre el libre comercio sea válida también en relación con Irak, donde los pasos hacia el centro han sido más sutiles, pero perceptibles. Por un lado, aunque mantiene la idea de la retirada, le ha añadido ahora el adjetivo "responsable", que hace pensar en plazos quizá más largos y condiciones más duras. Además, se ha incorporado también un reconocimiento a los méritos del actual mando militar en el país árabe.
En su discurso del lunes, Obama defendió al jefe de las fuerzas en Irak, general David Petraeus, que había sido hace meses el blanco de una campaña de desprestigio conducida por MoveOn.org, una organización demócrata. "Cuando un general aporta su mejor consejo sobre cómo avanzar en Irak, se le acusa de traición", comentó Obama.
Mucho más contundente fue la ruptura de su compromiso de limitar el dinero de su campaña a las aportaciones del Estado, contradiciendo también una filosofía de control público de la financiación de la política.
No se trata, por tanto, de pasos aislados. Es toda una estrategia claramente planificada por su campaña para conectar a Obama con los votantes independientes y moderados que aún recelan de un candidato con un perfil tan innovador.
El primer anuncio de su campaña presidencial, que todavía se emite, está lleno de fotos del candidato con sus familiares blancos, y cuenta la historia de esfuerzo y sacrificio de un joven educado en el "respeto" y la "dignidad".
"Es una estrategia muy arriesgada que puede decepcionar a los electores jóvenes y de izquierda", afirma la columnista del Chicago Sun-Times Lynn Sweet. "Obama está cometiendo un error muy serio. Irse al centro es una estrategia perdedora", considera Arianna Huffington, la responsable de una famosa página web.
Las encuestas, por ahora, no respaldan esas opiniones. Obama consolida su ventaja sobre John McCain día a día, y avanza en los Estados más conservadores y republicanos. "Creo que la mayoría de la población aplaude el movimiento al centro", opina Chuck Todd.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.