El Parlament media por el marroquí que fue confundido con un violador
La causa de Ahmed Tommouhi, el marroquí que fue confundido con un violador confeso, es desde ayer una causa del Parlamento de Cataluña. Todos los grupos se comprometieron a estudiar las actuaciones necesarias para que este hombre que ha pasado 15 años en la cárcel por unas violaciones que muy posiblemente no cometió rehaga su vida y la justicia le devuelva su honor.
"Llevaba mucho tiempo esperando este día", dice Ahmed Tommouhi
En la comisión de peticiones compareció José María Mena, ex fiscal jefe de Cataluña, para explicar el marco legal y el margen de maniobra que permite. Y es que de las cuatro condenas contra Tommouhi sólo una fue anulada por el Tribunal Supremo después de que el ADN demostrara que él no cometió las salvajes violaciones que sacudieron el área metropolitana de Barcelona a principios de la década de 1990. En el resto de juicios, no había pruebas para revisarlos y las sentencias se convirtieron en firmes.
Por eso, Mena propuso ayer que la única vía para revisar esas penas sería reformar la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que haya una doble instancia penal y el Tribunal Supremo pudiera volver a juzgar a Tommouhi. Si eso ocurriera, nunca lo vería Abderrazak Mounib, el otro condenado por los mismos hechos que murió en prisión en abril de 2000.
La reforma que propone Mena ha de ser solicitada por el Parlament a las Cortes y todos los grupos coincidieron en apoyarla. Pero mientras eso ocurre y se tramita, Mena propuso algo más efectivo: "la discrecionalidad administrativa". Y es que Tommouhi es ahora un marroquí sin papeles y en libertad provisional, lo que le impide trabajar. Hasta el 26 de abril de 2009 no liquidará su condena y sólo entonces podría ser legalizado y empezar una nueva vida. Todos los grupos políticos dijeron ayer que también apoyarían esa petición, al amparo de la excepcionalidad que prevé la ley.
"Es la primera vez en 17 años que se habla de mi caso. Llevaba mucho tiempo esperando este día", dijo ayer Tommouhi a EL PAÍS. Durante este tiempo, siempre clamó por su inocencia y el ex fiscal Mena recordó ayer que en 43 años de profesión nunca había visto un caso en el que la dirección de prisiones y el fiscal estén de acuerdo en excarcelar a un preso y éste se niegue. Por eso, Tommouhi no salió de la cárcel hasta que se le garantizó que no debía volver. En 1999 Mena solicitó el indulto, pero ni los gobiernos del PP ni el del PSOE se atrevieron a concederlo. El ex fiscal desveló ayer que la presión de los grupos feministas radicales lo impidió porque se estaba empezando a fraguar la Ley de Violencia de Género. "Hablo con conocimiento de causa", remató.
Todos los diputados elogiaron las explicaciones de Mena y él respondió que el Parlament era "la casa que representa al pueblo de Cataluña" y que acudiría cuando se le llamara, porque era su "obligación cívica". Al salir, nadie reparó en ello y el ex fiscal jefe hubo de regresar a su domicilio a pie, pasadas las tres de la tarde, con un sol de justicia.
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