El aparato del PSOE intentará contener los cambios que plantean los militantes
Pesos pesados del partido combatirán las ideas díscolas en el congreso federal
"De este congreso no tiene que salir un programa electoral porque ya tenemos uno, y refrendado hace tres meses por los ciudadanos en las urnas". Esta aseveración de Jesús Caldera tiene mucho de mensaje interno y de aviso para navegantes; es decir, para el millar de delegados que el próximo fin de semana se reunirán en Madrid para celebrar el XXXVII Congreso Federal del PSOE. El ex ministro Caldera ha coordinado la ponencia que servirá de base para la discusión en comisiones y que ha recibido casi 6.000 enmiendas, el doble de las que registró el texto del anterior congreso.
"De este congreso no tiene que salir un programa electoral porque ya tenemos uno, y refrendado hace tres meses por los ciudadanos en las urnas". Esta aseveración de Jesús Caldera tiene mucho de mensaje interno y de aviso para navegantes; es decir, para el millar de delegados que el próximo fin de semana se reunirán en Madrid para celebrar el XXXVII Congreso Federal del PSOE. El ex ministro Caldera ha coordinado la ponencia que servirá de base para la discusión en comisiones y que ha recibido casi 6.000 enmiendas, el doble de las que registró el texto del anterior congreso.
Este afán de los delegados de enmendar la plana al programa electoral, de manera discreta en muchos apartados y más radical en otros, preocupa a la dirección socialista, que no quiere asistir a un congreso convulsionado por diferencias de criterio en materias sociales, de derechos o de índole económica, cuando la unidad dentro del PSOE es una realidad. Las bases proponen un giro a la izquierda en temas como la eutanasia, el aborto o el derecho al voto de los inmigrantes, entre otros asuntos. El debate, pues, va a existir y con él la controversia, dado que los delegados que han visto aprobadas sus enmiendas en las distintas agrupaciones tienen toda la capacidad reglamentaria para defender sus tesis. Ahora bien, debate sí, pero no hasta el punto de que triunfen posiciones contrarias a la dirección. Así las cosas, los ponentes oficiales tienen la misión de ser más convincentes que los delegados que defiendan enmiendas contrarias y que éstas sean derrotadas.
Autoridad moral
La identidad de las personas elegidas por el aparato para defender la ponencia oficial denota que se va a poner toda la carne en el asador para poner un dique a los cambios indeseados. Son políticos que gozan de prestigio entre los delegados, tienen autoridad moral y, además, despiertan afecto en la militancia. Su mera presencia ya indica que son los enviados directos del secretario de Organización, José Blanco, quien, a su vez, tiene todo el poder para organizar este congreso por delegación directa de Zapatero. "Lo que ellos defiendan es lo que el secretario general y presidente del Gobierno quiere que se apruebe", señala un barón territorial.
En la comisión sobre Globalización, un Nuevo Modelo Productivo, que presidirá el secretario general de Murcia, Pedro Saura, actuarán como ponentes, José Antonio Griñán, vicepresidente del Gobierno andaluz, junto al diputado catalán Francesc Vallés, la diputada Ana Redondo y la portavoz en la asamblea de Madrid, Maru Menéndez. El refuerzo de la protección de los trabajadores y la eliminación de las facilidades de despido para las empresas, traducido en la supresión del concepto de "flexiseguridad" que sostiene la ponencia, será uno de los caballos de batalla.
La defensa de la ponencia sobre Cambio Climático, tiene como protagonista a su principal autor, Enrique Guerrero, asesor de Solbes, y en la pasada legislatura, director adjunto del gabinete del presidente. Éste ha sido el apartado menos enmendado de la ponencia. Junto a él estarán Aína Calvo (Baleares) y Joana Serna (Valencia). El texto sobre Nuevas Políticas e Instituciones para una sociedad en Igualdad ha recibido el mayor número de enmiendas, y en su seno se arremolinan numerosas enmiendas para que se regule una ley de aborto de plazos, se abra el debate sobre el derecho a una muerte digna, se establezca un Estatuto de Laicidad o se revisen acuerdos con la Santa Sede.
La experiencia de Ramón Jáuregui se pondrá a prueba como ponente de esta comisión, junto a la portavoz del Senado, Carmela Silva, la diputada andaluza, Concha Gutiérrez y el parlamentario Alex Sáinz.
La pasión que despertará la ponencia que se dedica al Nuevo Modelo de partido será notable. Muchos delegados acuden dispuestos a defender la supresión de las novedades que pretende la dirección del PSOE y que interpretan como más control desde Madrid. Para convencer a los díscolos, estará Antonio Hernando, mano derecha de José Blanco.
Como anticipo, Zapatero acudirá hoy a Burlada para clausurar el congreso de los socialistas navarros, en el que no ha sido posible la unidad tras la muerte del secretario general, Carlos Chivite. Roberto Jiménez, portavoz parlamentario en la Asamblea navarra, fue elegido ayer secretario general con 158 votos, y se impuso a su rival, Amanda Acedo, que recabó 64 votos. La portavoz adjunta estaba apoyada por el anterior candidato a la presidencia de la comunidad, Fernando Puras.
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