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Reportaje:

Un país atenazado por el hambre

Organizaciones humanitarias alertan de que la falta de alimentos mata a decenas de norcoreanos cada día

Si las noticias que llegan de Corea del Norte son ciertas, el país más secreto del mundo podría estar en vísperas de una hambruna como la que hace una década provocó hasta un millón de muertos a causa de las sequías y las inundaciones. Según Good Friends, un grupo surcoreano de ayuda humanitaria que trabaja en el país vecino, el Gobierno de Kim Jong-il ha calificado en un documento la creciente falta de alimentos como de una "cuestión de vida o muerte". La organización asegura que existen al menos 26 ciudades o condados castigados por el hambre, donde cada día mueren entre dos y cuatro personas.

"Resolver los problemas alimentarios por todos los medios es una cuestión de vida o muerte para defender nuestra dignidad nacional y avanzar en la construcción de una nación poderosa", señala el documento oficial. Good Friends no ha explicado cómo ha obtenido el informe, emitido por las autoridades norcoreanas en abril para llevar a cabo sesiones de adoctrinamiento.

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Según el grupo de análisis The Peace Foundation, la situación se ha agravado en las zonas rurales de Hwanghae, principal productor de grano en la región, aunque, según dice, las informaciones sobre muertes por falta de comida llegan de todo el país. Las inundaciones que sufrió Corea del Norte el año pasado arrasaron buena parte de la cosecha, a lo que ha venido a sumarse el alza global de los precios.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU afirmó en febrero pasado que el país se enfrentaba a una carencia de 1,4 millones de toneladas de alimentos este año, la cuarta parte de sus necesidades. En abril pasado, la ONU advirtió sobre una "potencial crisis humanitaria".

Good Friends asegura que la situación ha golpeado incluso a los militares, algunos de los cuales han desertado de sus unidades. Corea del Norte funciona bajo el sistema "el Ejército, primero", por el cual sus 1,1 millones de soldados tienen mayor acceso a la comida que los ciudadanos corrientes. Pero algunas unidades han reducido el número de comidas de tres a dos al día, que a menudo consisten únicamente en una sopa de pasta de maíz. El grupo humanitario afirma que en algunos lugares las raciones de los militares están siendo distribuidas entre los niños para evitar disturbios sociales. Pyongyang ha reconocido que atraviesa dificultades, pero no hasta el punto de que se estén produciendo muertes masivas por hambre, según ha explicado Kim Ha-joong, ministro para la Unificación de Corea del Sur.

Desde la hambruna de la década de los noventa, el país asiático depende de la ayuda extranjera para nutrir a sus 23 millones de habitantes. Estados Unidos se comprometió el mes pasado a enviar 500.000 toneladas de ayuda alimentaria a lo largo de un año.

El hambre y las penurias económicas han forzado a miles de norcoreanos a huir del país, en barco o a través de China, donde las autoridades han reforzado las medidas para detenerlos. Alrededor de 13.500 viven en Corea del Sur. La economía de Corea del Norte se contrajo por segundo año consecutivo en 2007. Cayó un 2,3%, tras bajar un 1,1% en 2006, y se situó en 17.145 millones de euros, según datos del surcoreano Banco de Corea. Su vecino del Sur creció un 5%, hasta 623.515 millones de euros. La renta per cápita norcoreana (740 euros) es 17,4 veces menor que la de su vecino del sur.

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