"Con la PDA dejé la Moleskine"

Hijo de diplomático chileno, el escritor Carlos Franz (Ginebra, Suiza, 1959), responde a las preguntas de Ciberp@ís desde un ordenador de la sala de prensa de las jornadas Lecciones y maestros, celebradas en Santillana del Mar. Su última novela es Almuerzo de Vampiros.

Pregunta. ¿No toma notas a mano?

Respuesta. Tengo un Qtek 9100 con teclado qwerty deslizante desde hace dos años. Se ha transformado en una herramienta de escritor. He dejado mis viejas libretas Moleskine por esta maravillosa PDA que asegura que si la extravías no perderás la información. Siempre leí libros con un lápiz para ir tomando notas. Ahora leo con la PDA al lado y le abro una ficha a cada libro.

P. ¿Manías para escribir?

R. En casa empleo un PC de sobremesa con una pantalla de 19 pulgadas y aumento el zoom hasta el 200% de modo que me permita leer la página desde lejos del escritorio.

P. ¿Ordenadores?

R. El de sobremesa; el portátil, que usa mi mujer, y un HP de mi hija. Los tres están conectados a una red inalámbrica. Me siento más orgulloso de esa red que puse en marcha y mantengo que de alguno de mis textos.

P. ¿Su último chisme?

R. El terminal TDT que agregué a mi PC de sobremesa.

P. ¿Apaga el móvil?

R. En muchas ocasiones. Detesto la mala educación de la gente que los usa en todo lugar. Y a quienes envían mensajes de correo circulares sin poner la lista en copia oculta.

P. ¿Hábil con los SMS?

R. Gracias a la PDA con teclado deslizante esemeseo como un pianista. Con los pulgares, eso sí.

P. ¿Le gusta ir a la última?

R. A la penúltima. A una nueva solución tecnológica le doy al menos dos años para perfeccionarse, antes de gastar en ella.

P. ¿Emplea la PDA para escuchar música y hacer fotos?

R. Sí, tengo mucha música en la PDA, y saco fotos prácticas para documentar las notas que voy tomando cuando escribo.

P. ¿Envía por correo los textos a la editorial?

R. Sí, y trabajo las sugerencias que me hacen con el control de cambios de Word, que me parece una maravilla.

P. ¿Cuánto tiempo le ocupa el correo electrónico?

R. Tres horas diarias, quizás; pero es una bendición.