Telemadrid se apaga 24 horas
El paro de trabajadores deja a la televisión autonómica y a Onda Madrid sin emisión - Sólo hay un precedente, en TVE, por la huelga general de 1988
Ocurrió a las 12.51 de ayer, con la periodista Curry Valenzuela lista para entrar en su programa diario Alto y claro. El técnico que tenía que ofrecer la señal al plató no estaba. La pantalla de Telemadrid se fue a negro. Y a partir de entonces, un rótulo recorrió el cuadro: "Las emisiones programadas para el día de hoy en Telemadrid y en Onda Madrid están siendo alteradas por la huelga convocada por los sindicatos CC OO, UGT y CGT ante la falta de acuerdo en la negociación colectiva y los servicios mínimos". Y no se reanudarán hasta las doce de la mañana de hoy.
Se trata de un corte sin precedentes. Nunca antes Radio Televisión Madrid (RTVM) se había quedado sin programación, y es la segunda vez que ocurre en la historia de la televisión. El único antecedente data de 1988, cuando un sindicalista cortó la señal en Televisión Española, en la huelga general del 14-D.
En Onda Madrid sólo se oyó la voz de una redactora para informar del paro
Los trabajadores de Telemadrid ya intentaron cortar la emisión en 2004, 2006 y 2007 por la "manipulación informativa". Desde la llegada de Manuel Soriano -ex jefe de prensa de Esperanza Aguirre y que fue sustituido el año pasado- a la dirección de la televisión autonómica en 2003, los trabajadores han vivido en permanente tensión. Justo después del primer aniversario del 11-M, la mayoría de los periodistas decidieron no firmar las informaciones.
Esta vez, una falta de acuerdo en la negociación del convenio ha provocado el apagón. La empresa tildó la huelga de "irresponsabilidad" porque, según ellos, sólo llevan un mes y medio de conversaciones, aunque el acta de constitución de la comisión es del 12 de febrero.
Unos 150 trabajadores esperaban ayer en la puerta del ente público, en Pozuelo de Alarcón. "¡Estamos en un 90%!", anunciaba por un megáfono la presidenta del comité de empresa, Teresa García Cau. La empresa lo cifró en un 62,2%. A esa hora aún era una incógnita si la televisión se iba a ir a negro, como se dice en el sector cuando no hay emisión, si en la pantalla aparecerían barras o si iban a poder seguir en el aire con los empleados que no secundaron el paro entre la plantilla de 1.300 trabajadores, el 60% de ellos fijos.
La radio Onda Madrid había callado a mediodía. Telemadrid, casi una hora después, a las 12.51, se fue a negro. "Querían salir al aire valiéndose de los medios técnicos, únicamente. Pero como no había ni cámaras, ni mezcladores, ni realizadores... Nadie pudo pinchar el plató 2, donde sólo estaba la presentadora", narró Cau, que presenció el apagón. Telemadrid había adelantado el cierre del magacín Buenos Días a las 11.55 (suele acabar a las 12.20) y emitió después una serie, Missing.
Sindicatos y empresa pactaron el viernes que no hubiera servicios mínimos. Además, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, a raíz de una huelga en diciembre de 2006, había dado la razón a los trabajadores contra los servicios mínimos impuestos por la empresa. La próxima huelga está prevista para el 1 de julio.
El 13 de junio, con la huelga ya sobre la mesa, los sindicatos hicieron llegar a la dirección una propuesta en la que aceptaban la emisión de dos informativos de contenido autónomico, a las dos de la tarde y a las ocho y media. Pero RTVM lo rechazó "porque no respetaba el informativo entero y no estaba justificado ni siquiera comercialmente", explicó un portavoz del ente. Para el resto del día, proponían una carta de ajuste. "¿Quién iba a poner la televisión con esa programación?", aseguró ese mismo portavoz. La empresa prefirió seguir adelante sin servicios mínimos de ninguna clase, por eso no les "pilló de sopetón" que ayer se fueran a negro, según un portavoz.
Oficialmente, los sindicatos exigen al ente público un porcentaje mínimo de producción propia, un 75% de trabajadores fijos y una subida salarial según el IPC. Sobre la producción propia, CC OO asegura que en estos momentos sólo el 5,8% de la producción de programas es interna, mientras que el año pasado era del 32%. En informativos y deportes, en cambio, la producción hecha en casa ha pasado de un 31% el año pasado a un 44% éste. "Estamos capacitados para hacer el 100% de los contenidos. Pero el caso es que la empresa ni siquiera nos ha dado tiempo para plantear un mínimo", explicó un portavoz de los sindicatos.
RTVM calificó las demandas salariales de "irresponsables" teniendo en cuenta "las actuales circunstancias del sector audiovisual, con una crisis publicitaria", la "crisis española y mundial" y los "planes de austeridad aprobados por el Gobierno autonómico".
Ninguna de las reivindicaciones hace referencia a la línea editorial del ente, controlado por el Gobierno de Esperanza Aguirre (PP). Pero ayer, en la puerta de la televisión, sonaba constantemente la palabra "manipulación", motivo por el que los trabajadores se han movilizado desde 2003, cuando asumió la dirección de Telemadrid Manuel Soriano, ex jefe de prensa de Aguirre, que dimitió del cargo en 2007. Uno de los trabajadores, que prefirió no dar su nombre, lamentó la situación: "No nos podemos manifestar por la manipulación, pero que quede claro que aquí se cuenta lo que quiere Aguirre".
En mayo, una cámara de la televisión pública madrileña grabó la secuencia de un abucheo a la presidenta en la visita al hospital público Ramón y Cajal. Las imágenes no aparecieron en ningún programa, pero saltaron a YouTube, donde cosecharon casi 60.000 visitas en un día. En la hoja de minutado para archivarlas había una leyenda con tres signos de admiración: "Ojo, la parte del abucheo no se puede vender". La cadena se escudó en que comercian con los contenidos que consideran oportunos.
En marzo, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) dictaminó que un reportaje de Telemadrid sobre un supuesto coladero de inmigrantes en el aeropuerto de Barajas faltaba "repetidamente a la verdad". La periodista grabó con una cámara oculta como si consiguiera entrar sin ayuda por unos pasillos de la T-4 que debían estar cerrados. Pero las cámaras de seguridad detectaron cómo un dirigente del sindicato policial CEP y otro agente de uniforme le abrían las puertas.
Onda Madrid también se quedó ayer sin emitir desde las 12 de la mañana. Paloma Nolasco, redactora, recibió el encargo más exótico de su carrera profesional. Poco después del mediodía su voz recorría las líneas del bucle explicativo -"las emisiones de Telemadrid y Onda Madrid están siendo alteradas..."- ante la mirada del director general de la cadena. "Oía mi voz y me recordaba a aquello de 'Españoles, Franco ha muerto', ha sido muy raro". Ése fue el único sonido que se escuchó en la emisora. "Decidimos leer este mensaje para que la gente, al menos, supiera por qué no se escuchaba nada", explica la periodista.
Un texto consensuado entre los sindicatos convocantes del paro (UGT, CGT y CC OO) y la directora de recursos humanos de la empresa pública. "Los compañeros que tenían que hacer el boletín del mediodía decidieron no entrar. Los técnicos también se apuntaron". Todos decidieron secundar el paro.
El silencio en la radio no es habitual. Cuando desde una frecuencia no suena nada, en Torrespaña -distribuidor de la señal- se interpreta que algo malo sucede y saltan los dispositivos de seguridad. Los trabajadores de Onda Madrid tuvieron que avisar de que en esta ocasión no se trataba de un fallo.
Paloma no fue la única trabajadora de la emisora que se sintió extraña. Los redactores y técnicos desplazados a la Eurocopa de fútbol se tomaron el día libre. Daba igual lo que pasase o las ruedas de prensa que estuvieran programadas. Ellos no iban a poder emitirlas.
Esta información ha sido elaborada por Daniel Borasteros, Rafael Fraguas, Pilar Álvarez y Rebeca Carranco.
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