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La huelga de veterinarios paraliza los mataderos, salvo el de Celanova

Más del 90% de los profesionales secundan el paro, afirman los sindicatos

Sólo el matadero de Celanova, en Ourense, funcionó ayer a pleno rendimiento. La mayoría estuvieron parados. Realizaron sacrificios únicamente por motivos de urgencia, por el bienestar de los animales o en caso de brote de enfermedad. Este es el resultado del primer día de huelga convocado por los cerca de 700 veterinarios de la Xunta, que trabajan para las consellerías de Medio Rural, Sanidade, Medio Ambiente y Pesca. Unos 250 de ellos se manifestaron ayer en el mercado de Silleda (Pontevedra).

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Los sindicatos que organizan el paro -Comisiones Obreras, CIG, CSIF y UGT- aseguraron que la huelga fue seguida por "más del 90% de los profesionales". El Ejecutivo autonómico cifró la adhesión al paro en un 88%. Sólo los veterinarios dependientes de las consellerías de Medio Rural (390) y Sanidade (292) cumplieron los servicios mínimos. En el resto de departamentos "no fue necesario", afirmó un portavoz de la Administración por "el escaso número de trabajadores" (15 en Pesca y cinco en Medio Ambiente). En esta última consellería "debería haber al menos 40 trabajadores", afirma el delegado de Comisiones, Rubén Gómez.

Además de un incremento de personal, los sindicatos piden, por encima de todo, estabilidad laboral. Las centrales denuncian que los profesionales que superaron el último proceso selectivo convocado hace cuatro años (un 60% de la plantilla) no tienen todavía un destino asignado. Reclaman también un concurso de traslados -el último fue en 2004- y un nuevo sistema de funcionamiento de los servicios de inspección veterinaria que garantice la aplicación eficaz de las nuevas exigencias de control oficial de la normativa europea. Otra de las peticiones de los funcionarios de la Xunta es el establecimiento de un complemento específico que retribuya las tareas realizadas fuera del horario laboral, que actualmente se percibe en concepto de complemento de productividad.

Los sindicatos empezaron las negociaciones con las consellerías implicadas en noviembre del año pasado. Tras dos reuniones, los profesionales denunciaron la "falta de interés" de la Administración gallega en abordar el problema. Su pasividad, advirtieron, "puede poner en riesgo la seguridad agroalimentaria".

El lunes, sin embargo, la Administración cambió de actitud. La convocatoria de huelga surtió cierto efecto porque las cuatro consellerías volvieron a sentarse con los sindicatos en un último intento de evitar el paro. Las centrales que representan a los veterinarios, sin embargo, rechazaron la propuesta de la Xunta. "Nos dieron respuesta a los temas que reivindicamos, pero sin concretar plazos y de manera muy vaga", explica Gómez. Los sindicatos, que valoraron "el acercamiento" de los cuatro departamentos y celebraron su "gesto negociador", consideraron que la propuesta "no era suficiente" para desconvocar la huelga. "Fueron sólo pinceladas y nosotros queríamos algo más concreto". Los funcionarios esperan que la Administración gallega "profundice en esta línea" en futuras reuniones y empiezan a tener alguna que otra esperanza. "Con Sanidade tenemos un acuerdo casi cerrado, pero Medio Rural está a años luz de los demás departamentos en materia de salarios y condiciones laborales", afirma Rubén Gómez.

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Para hoy, está prevista otra concentración en el recinto ferial de Amio, en Santiago, y una manifestación delante de la Consellería de Sanidade, en San Lázaro. Desde allí, los veterinarios se dirigirán a los Edificios Administrativos de la Xunta.

EFE

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