Conil amenaza con un referéndum para rechazar los parques eólicos

Ni en Conil. Ni en Vejer. Ni en Barbate. Los molinos de viento no son queridos en ninguno de los municipios del litoral gaditano donde se proyectan los parques eólicos marinos próximos a la zona de Trafalgar, uno de los lugares más reclamados por las empresas energéticas para desarrollar estos proyectos, todavía en fase embrionaria en España. La plataforma antieólicas, con los alcaldes a la cabeza, ha vuelto a manifestar su rechazo. Y Conil, gobernada por IU, da un paso más al proponer una suerte de referéndum que oficialice la oposición ciudadana.

La plataforma contra los parques eólicos en Trafalgar, formada por ciudadanos, pescadores, empresarios y alcaldes, se volverá a reunir esta semana para acordar movilizaciones conjuntas. Sus argumentos: los molinos dañarían la pesca artesanal y tendrían consecuencias negativas para el turismo. Amenazan con convocar manifestaciones, paradas náuticas e incluso consultas populares para que los vecinos se pronuncien.

Conil (20.500 habitantes) ha sido la primera en recoger este guante. Su alcalde, Antonio Roldán, está dispuesto a convocar el referéndum. "Lo llevaremos a pleno y allí decidiremos la fecha", anuncia. En Barbate, gobernado por el PSOE, no descartan una medida similar. "Lo último que me asusta en este mundo es un sondeo entre los ciudadanos. No me asusta nada. Y si hay que hacerlo se hace. No tiene más historias. Esto no sería el referéndum de Ibarretxe", asegura su alcalde, Rafael Quirós.

El presidente de la Junta, Manuel Chaves, ha sido tajante: no habrá molinos allá donde no exista consenso social. Pero las empresas siguen su camino administrativo.