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Entrevista:JAVIER LUJÁN | Presidente de la Federación de Contratistas Valencianos

"Hay menos obras y más problemas"

Miquel Alberola

Pregunta. Lleva un año al frente de la organización.

Respuesta. Estoy contento, teniendo en cuenta la situación. No esperaba enfrentarme con la crisis que tenemos, pero algunos de los objetivos los hemos cumplido. Por ejemplo, sobrepasamos el 50% de adjudicaciones en obra pública de la Generalitat y nos acercamos al 25% en la Administración central.

P. ¿Cuál es su diagnóstico del momento?

R. Muy complicado. Llevamos un semestre muy duro. Ha disminuido la licitación de obra. En el sector privado, que también era un cliente para nosotros, el parón se ha producido en seco. En consecuencia, los ayuntamientos han visto mermados sus ingresos y sacan menos obra. Por otro lado, la adaptación de los pliegos a la nueva Ley de Contratos del Estado en las administraciones locales va un poco lenta, con lo cual también están licitando menos.

"En estos tiempos se han agravado las bajas temerarias en los concursos"
"El endurecimiento financiero está dañando a muchas empresas"
"Por primera vez hemos superado el 30% de obras del Estado"
"Los problemas económicos de la Generalitat no son ningún secreto"
"No nos oponemos a las fórmulas del Consell, pero no son las que preferimos"
"Somos independientes y tenemos nuestra opinión"

P. Hay menos obras.

R. Sí, y más problemas. Uno evidente, de cobros. Ha habido concursos de acreedores de algunas empresas muy llamativas que han hecho daño, y como consecuencia de la crisis hay otras empresas que tienen problemas para pagar por eso y por el endurecimiento de las condiciones bancarias. Y eso está afectando a empresas pequeñas y a la empresa auxiliar de la construcción, pero de rebote también a las grandes.

P. ¿Les está dañando?

R. Mucho. Me hago cargo de que la crisis financiera internacional ha supuesto problemas para las entidades y que el sector tome sus cautelas, pero lo que no entiendo es que las operaciones que hace un año parece que te estaban animando ahora sean inviables. Les pediría un poco de sensibilidad. No terminamos de entender un frenazo tan drástico. Pediría una mayor implicación de las entidades financieras. También pediría a las empresas de aseguramiento de crédito que la bajada de calificación que realicen a las empresas se sustentara en un análisis individualizado de sus estados financieros.

P. ¿En épocas de escasez aumentan las bajas temerarias en los concursos de obra?

R. Hace tiempo que venimos diciendo que las bajas están muy mal, pero en los últimos tiempos se ha agravado porque hay menos obra y muchas empresas que trabajaban para promotoras han venido a la contrata pública como balón de oxígeno a la situación. Eso ha provocado mayores bajas y eso siempre es malo. Cuando una obra no se ajusta al precio real siempre termina habiendo problemas.

P. ¿No hay instrumentos para controlarlo?

R. El más potente es el pliego y está en mano de las administraciones. Pueden variar un pliego para intentar que se moderen y den peso a otros factores como la experiencia y la calidad.

P. ¿Por qué no lo hacen?

R. Hay una dinámica y no es tan fácil cambiar el rumbo de un transatlántico de la noche a la mañana. Hay márgenes de actuación si las administraciones quieren.

P. ¿Las empresas de contratistas no son demasiado pequeñas para poder competir con las grandes en los concursos?

R. Es una vieja problemática. Es indudable que las empresas valencianas hemos sido capaces de ejecutar, o bien solas o en UTE, cualquier proyecto de obra complejo o grande. Ahora: ¿cómo se dibuja el futuro? Hay quien opina que tienen que someterse a un proceso de fusión y hay quien opina que hay otras estrategias empresariales como puede ser la especialización o las propias UTE, que han funcionado muy bien. Y también podría haber una mayor fragmentación de la obra por parte de la Administración para dar juego a más empresas. Podemos seguir creciendo mediante desarrollo interno alcanzando mercados internacionales o consiguiendo mayor cuota en la Administración central.

P. ¿Esa cuota es baja?

R. Pues estamos mejorando.

R. ¿Estaban muy mal?

P. Estábamos mal. El tema era francamente mejorable. Los datos hasta mayo nos indican que hemos conseguido por primera vez el 30% de adjudicaciones en la obra pública del Estado. Era una barrera psicológica que no habíamos roto nunca.

P. Los contratistas catalanes y andaluces están en el 50%.

R. Sí, y nosotros queremos llegar al 45% el próximo año. Ahora tenemos una nueva Administración y hay que pasar página y ver qué tenemos que hacer para llegar al 45%. Tuvimos una entrevista con el nuevo delegado del Gobierno, Ricardo Peralta. Me causó buena impresión y me sorprendió lo bien que conocía los problemas del sector. Nos aseguró que en los próximos años el esfuerzo inversor del Estado va a ser muy importante y nos trasladó la importancia que para él tenía que las empresas valencianas tuvieran una cuota significativa en la adjudicación. Eso ya es positivo.

P. O sea, ya tienen con quién hablar en el PSPV.

R. No, no, este hombre es el representante de la Administración central aquí y es con quien tenemos que hablar.

P. Con la Generalitat parece que tienen mejor relación. En poco tiempo la federación ha recibido la visita de José Ramón García Antón y Mario Flores.

R. Nosotros somos contratistas de la Administración y tan clientes son unos como otros. Nos relacionamos con las administraciones, no con los partidos, y eso tiene que quedar claro. Somos independientes, pero tenemos nuestra opinión en determinados temas. Pero hay que reconocer que si somos quienes somos en gran parte es porque la Generalitat en la última década ha tenido una especial sensibilidad hacia las empresas territoriales, como corresponde a un gobierno autonómico.

P. Pero la Generalitat no tiene ahora dinero para obras, y según algunos contratistas quiere "fórmulas rarísimas" para la poca que saca.

R. Los problemas económicos de la Generalitat no son ningún secreto. A partir de ahí hay que ser imaginativos. Una buena fórmula es la de financiación público-privada de infraestructuras. En su momento dimos el paso para colaborar y generar obra como las tres autovías de peaje en sombra. No nos oponemos a esa fórmula, pero queremos llamar la atención para que la financiación tradicional de obra no se convierta en un tema residual. Somos contratistas y lo que más nos gusta hacer es hacer obra, certificarla y cobrarla.

P. ¿Les ayudaría que las administraciones central y autonómica colaboraran?

R. Por supuesto, pero no está en nuestras manos.

P. ¿Qué salidas quedan a los contratistas si no se arregla la situación y no se cumplen las expectativas que albergan?

R. Como no haya obra y no alcancemos las cuotas que nos hemos marcado como objetivo vamos a tener muchos problemas y algunas empresas tendrían que volver a ser subcontratistas. Me conformaría con que lo que han comprometido en inversiones (2.350 millones de euros la Administración central y 1.860 la autonómica) se cumpla. Y con eso, unido a los planes de choque prometidos, estaríamos en el buen camino y en condiciones de sortear la crisis.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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