'Souvenirs' con pedigrí catalán

¿Cuáles son los principales iconos que permiten identificar la cultura catalana? Seguro que los sombreros mexicanos no, aunque en las tiendas de souvenirs de Las Ramblas de Barcelona tienen un éxito arrollador. Para evitar posibles confusiones entre los visitantes, el Departamento de Innovación, Universidades y Empresa se ha propuesto acabar con algunos tópicos. Compondrá un catálogo de iconos que sirva para definir la identidad de Cataluña y su imagen de marca, lo que permitirá promocionarla en el exterior como destino turístico y potenciar lugares desconocidos. Desde el departamento aseguran que será una herramienta de mercadotecnia que satisfará una antigua reclamación del sector, que en ocasiones dudaba sobre cómo ilustrar algunas de sus promociones.

La Generalitat quiere exportar la "verdadera" identidad catalana

No es que la Generalitat esté pensando sustituir los sombreros charros por la barretina y la espardenya, dice Joan Carles Vilalta, director general de Turismo. El mercado y los gustos de los turistas son ingobernables. Pero el catálogo sí puede contribuir a acabar con un "merchandising bastante penoso", dijo ayer el consejero Josep Huguet: "Aunque quien quiera comprar cutrería, lo seguirá haciendo", remachó. "Si por lo menos se pusieran un sombrero cordobés, lo entenderíamos", apuntó Vilalta resignado, ya que en esos pequeños bazares del centro también hay recuerdos que remiten más bien a Andalucía, desde ceniceros con motivos taurinos a muñecas de bailaoras.

Asegura el director de Turismo que son los italianos los que sienten mayor debilidad por ataviarse de mexicanos. Seguramente, más que por una confusión identitaria, por lo exótico del tocado, ya que entre los artículos más buscados también hay, por ejemplo, gorros de bufón con cascabeles y los colores del Barça.

El proyecto, con un presupuesto de 100.000 euros, se puso ayer en marcha con la firma de un convenio con el Institut d'Estudis Catalans, el Fomento de las Artes y el Diseño y el Museo Nacional de Arte de Cataluña, que llevarán a cabo un estudio para seleccionar los nuevos iconos. Buscarán unos 500 entre los diferentes ámbitos, aunque habrá un top ten de referencia. No todos serán tradicionales, los habrá tangibles y no. Así que caben desde la torre Agbar y el Sónar a las leyendas del bandolero Serrallonga, el Pantocrátor de Sant Climent de Taüll y la montaña de Montserrat, hasta animales endémicos y músicas características, dicen los impulsores del proyecto. Finalmente, una comisión de validación pluridisciplinar compuesta por un equipo de "expertos y personas notables de la cultura y el conocimiento del país" harán la última selección de "lo que realmente es Cataluña", dice el consejero.

La Generalitat avanzó que una vez cerrada la lista, a finales de este año, los iconos podrán materializarse en productos de mercadotecnia para promoción turística, recuerdos, regalos institucionales, publicaciones, guías y folletos informativos. El catálogo también se dirigirá a las empresas catalanas que puedan andar buscando, por ejemplo, un elemento representativo de Cataluña para ilustrar las etiquetas de sus productos.

Pero la iniciativa está pensada también para ampliar los horizontes de los visitantes, que de momento llegan atraídos, únicamente, por tres o cuatro polos turísticos en Barcelona, como la Sagrada Familia, que ya se ha visto obligada a regular el acceso. Los mismos lugares continuarán seduciendo a centenares de turistas a pesar del catálogo, pero la idea es abrir el abanico de la oferta turística... y cerrar la puerta al sombrero mexicano.