La Ribera Baixa exige soterrar toda la línea eléctrica entre Benicull y Cullera

La asamblea de la Mancomunidad de La Ribera Baixa ha acordado, por unanimidad, oponerse al trazado aéreo de la línea eléctrica proyectada por Iberdrola entre las subestaciones de Benicull de Xúquer y El Brosquil (Cullera). Todos los partidos políticos y representantes municipales se pronuncian por un cableado subterráneo, frente al propuesto por la compañía. Éste se prevé sobre 38 grandes torres cuya base mínima es de 55 metros cuadrados. La distancia es de 10.596 metros y atraviesa los términos de Corbera y Cullera. Los 3.191 metros de línea restantes, en Benicull, ya se proyectan en el subsuelo. Hay 392 parcelas afectadas, la mayoría propiedad de vecinos de nueve pueblos de La Ribera Baixa.

La propuesta fue presentada por Leopoldo Hernán, alcalde de Corbera y presidente comarcal del PP, basándose en un acuerdo municipal aprobado también por los concejales del PSPV y Bloc. Corbera ya ha alegado ante la Generalitat y presta los caminos públicos (el Ayuntamiento sería el único propietario afectado) para que la futura línea sea enterrada. Además, hace constar que el cableado, sustentado sobre torres de 50 metros de altura, pasa entre los bienes de interés cultural de la Ermita de Sant Miquel y el Castillo de la localidad. En Corbera se prevén 24 de estas torres; las 14 restantes afectan a Cullera.

El edicto publicado en el Boletín Oficial de la Provincia del 7 de junio relaciona las parcelas y propietarios afectados. La última parcela es un campo de arroz en la Partideta de Cullera, propiedad de Iberdrola. La parcela es un punto privilegiado para el suministro de energía a los tres grandes macroproyectos urbanísticos de Cullera: El Manhattan, El Marenyet y El Brosquil.