La mitad de los colegios abrirá fuera de horario desde setiembre

La conselleira de Educación e Ordenación Universitaria, Laura Sánchez Piñón, anunció ayer que su departamento destinará 2.450.000 euros a financiar el programa de apertura de centros educativos fuera de horario lectivo con el triple objetivo de apoyar el éxito escolar, promover hábitos saludables en la mitad de los centros públicos de Galicia y conciliar la vida familiar y laboral de las familias gallegas.

Durante la presentación de esta iniciativa, a la que acudió acompañada del presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y del presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), Carlos Fernández, Sánchez Piñón explicó que el programa "tratará de dar respuesta" a las demandas de los padres al servir de "instrumento" para la conciliación de la vida laboral, personal y familiar.

La conselleira destacó que la medida constituirá "un paso clave" para mejorar la calidad educativa, y para "racionalizar y flexibilizar" la utilización de las instalaciones de los centros educativos y favorecer la igualdad de oportunidades entre el alumnado.

En la misma línea, Touriño consideró que este programa "debe servir para ampliar las opciones formativas de los propios centros", que, en opinión del presidente, deben estar "cada vez más abiertos e integrados" en la vida de sus ayuntamientos.

De este modo, el jefe del Ejecutivo resaltó que la iniciativa de la Xunta tiene "un hondo calado", puesto que el proceso educativo "debe ser integral e innovador, con contenidos socializadores" y contar con "una notoria visión social" por cuanto sirve para optimizar instalaciones y facilitar la conciliación de los distintos ámbitos de la vida familiar. "Es indispensable generar nuevas formas pedagógicas que faciliten una simbiosis entre los centros y la sociedad", defendió Touriño.

400 colegios abiertos

Sánchez Piñón recordó que este programa de apertura de colegios fuera del horario escolar se inició en 2006 como experiencia piloto en 34 centros de Lugo y Pontevedra que, con un presupuesto de 120.000 euros, atendieron a más de 8.000 niños.

La iniciativa creció "un 400 por ciento" al año siguiente y la previsión para el próximo curso es que abarque a unos 400 centros, la mitad de los existentes en Galicia. "Se inició poco a poco, con una cierta modestia inicial, pero deseamos que continúe con vocación de universalidad", proclamó Touriño.