El buen rollo de Holanda
Alrededor del liderazgo de Van der Sar y Van Nistelrooy, Van Basten ha construido un equipo imparable, de juego coral y efectivo
"Hace tiempo que no me sentía tan relajado en la selección. Fíjate si soy feliz que no marqué ninguno de los cuatro goles de mi equipo y no estoy de mal humor. Estoy irreconocible". A sus 31 años, Van Nistelrooy se permite hoy jugadas más propias de un fantasista como Zidane, como la que supuso el genial gol de Van Persie contra Francia (4-1), que de un delantero centro que en 63 partidos ha marcado 32 tantos, uno menos que Johan Cruyff. The Man recuperó en el Madrid el placer de jugar al fútbol después de ser olvidado durante un tiempo en el Manchester United y en la propia Holanda, y hoy se siente dichoso.
Van Basten no le puso en el partido de octavos del Mundial 2006 ante Portugal y, desde entonces, sus relaciones se deterioraron tanto que desapareció de la selección. El pichichi ganado con el Madrid en la temporada 2006-07, con 25 goles, le permitió ganarse de nuevo la confianza del seleccionador, y Van Nistelrooy regresó el año pasado al equipo oranje después de que Van der Sar ejerciera de intermediario. "No podemos dejar de contar con los goles de un ariete de tanto talento como Ruud", proclamó el portero, y el seleccionador aceptó su vuelta. Van der Sar es amigo de Van Basten -el seleccionador le ha visitado este año varias veces en su casa de Manchester- y parte integrante del grupo de siete internacionales que negoció con el técnico un cambio de dibujo para aumentar la competitividad de Holanda. Pasó del 4-3-3 inamovible al 4-2-3-1 a fin de desplegarse con una mayor velocidad y de que la defensa ganara más confianza. La pelota se juega en corto y a un toque, desde el portero hasta el delantero centro, a partir de Van der Sar hasta Van Nistelrooy, origen y final de un juego coral, preciso y efectivo.
El portero pidió al seleccionador que no prescindiera de un "talento" como Ruud
"Funcionamos como un equipo. Nuestras jugadas no son improvisadas sino ensayadas. Trabajamos mucho la recuperación del balón en campo contrario y buscamos soluciones ofensivas". Restablecido de su lesión de tobillo, Van Nistelrooy ha alcanzado la madurez en dos equipos que necesitaban de un goleador como el Madrid y Holanda. "Nuestro sistema es menos predecible para los rivales y nosotros nos sentimos menos atados. El movimiento es continuo y mezclamos muy bien".
"Holanda es poco previsible en ataque y menos vulnerable en defensa", asiente el 9 holandés. "Todo nos sale bien. Los más de 50.000 aficionados que nos acompañan están contentos". Y Van der Sar añade: "Queremos ganar a Rumania por nuestros seguidores y porque tenemos una deuda pendiente con la deportividad. Hace cuatro años, la República Checa no se jugaba nada contra Alemania en la última jornada de la primera fase y ganó, resultado que a nosotros nos permitió pasar a cuartos". Una derrota de Holanda contra Rumania dejaría fuera del torneo a los finalistas del último Mundial, Italia y Francia.
"Somos transparentes", insiste Van der Sar. "Llevamos tres semanas trabajando fuerte, sobre todo el aspecto táctico y físico. Y la mayoría de los jugadores tiene dos años más de experiencia desde el Mundial 2006". Pocos conocen mejor el carácter de la selección holandesa después de haber disputado hasta siete torneos europeos y mundiales, así que el guardameta asegura que la clave de su selección es "el buen ambiente del grupo, la calidad del equipo y el trabajo del entrenador, que nos ha cohesionado".
La buena mecánica de juego y las diferentes alternativas le permiten a Van Basten montar distintos partidos en uno, siempre con el marcador a favor: cinco de sus siete goles han llegado de contragolpe. Frente a Francia, Van der Vaart no conectó con los delanteros, neutralizado por Makelele, y Holanda sólo marcó a la salida de un córner. Asfixiado como estaba el media punta, Van Basten oxigenó al equipo por las bandas con la entrada de Robben y Van Persie mientras Sneijder pasaba a ejercer de centrocampista y armador. Los tres resultaron decisivos, los extremos abriendo el campo y el medio mezclando.
"Francia no nos concedía espacios", asumió Van Basten, "y Robben y Van Persie nos dieron profundidad. Nuestros medios, por lo demás, son muy inteligentes y los zagueros aguantaron bien en los peores momentos". La versatilidad del equipo y la rapidez de ejecución de las jugadas no pudo ser defendida por los franceses. "Me tengo que pellizcar para saber que no estoy soñando", advierte Van Persie. Y añade Robben: "Es formidable entrar en un equipo que funciona y aportar un plus. Todo lo que nos ocurre dice mucho a favor de la audacia del técnico".
El madridista, lesionado antes de jugar contra Italia, reapareció de forma desequilibrante ante Francia. "No diré que he arriesgado, pero sí que forcé al máximo. Lo mejor de todo es que me he demostrado a mí mismo que estoy mentalmente muy fuerte", explica. "Antes de irnos a la Eurocopa nos fuimos todos a comer, jugadores, familiares y entrenadores, y nos dimos cuenta de que esta vez había muy buen rollo entre nosotros", comenta Robben.
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