"En el puerto no entra nadie"
La huelga de camiones paraliza las instalaciones portuarias de Valencia
"El puerto está parado al 99%. Al 99,9%". Javier Gimeno, presidente de Transcont, una de las asociaciones convocantes del paro del transporte, hablaba ayer en medio de los carriles de acceso al puerto, rodeado de un pequeño ejército de camioneros vestidos con chalecos reflectantes rojos que formaban una muralla insuperable. Por sus palabras ("a esos dos los coges allí, y los llevas para afuera", le mandaba uno de ellos a otros) y por la forma de decirlas, quedaba claro que no se andaban con bromas. La huelga paralizó la actividad de uno de los motores de la economía valenciana, provocando una reacción en cadena en el resto de sectores.
Un día normal, 5.000 camiones operan en el recinto portuario. Ayer solo logró salir, a primerísima hora, un reducido convoy de 10 tráilers. "Lo que no sabemos si una vez fuera los habrán parado", declaró un portavoz del puerto. "Está afectando a todo el tejido productivo relacionado con la exportación", seguía, "y a las industrias que dependen de importaciones. Hablamos del mueble, del azulejo, el textil, las conservas...".
Incendiado sin víctimas un camión en el que dormían dos polacos
Los supermercados aseguran tener productos para varios días
La planta de Ford en Almussafes, que exporta el 70% de su producción, era un ejemplo: los automóviles no pudieron ser cargados en barcos y fueron almacenados en la factoría, cuya capacidad llegará al límite "en unos días", explicaron a Efe fuentes de la multinacional. La fábrica tampoco recibió algunas de las piezas necesarias para construir los coches. La compañía calculaba que sus reservas durarían tres días.
El primer día de paro transcurrió con una relativa normalidad, dadas las circunstancias. Aunque un camión, con dos trabajadores polacos dentro, fue incendiado en la noche del domingo al lunes en el polígono de Riba-roja. Fuentes de la investigación no descartaron, sin embargo, que las causas del siniestro sean ajenas al paro, mientras advertían de que la actividad de los piquetes puede radicalizarse a medida que avance la huelga.
La jornada afectó también a aquellos sectores que transmiten mensajes tranquilizadores, como los supermercados. Poco después del mediodía, a algunas rotondas de distancia del acceso sur del puerto, cinco camiones de Acotral, empresa que trabaja para Mercadona, aparecían estacionados en la cuneta. Junto a los cinco conductores, dos tipos vestidos de ejecutivos trataban de averiguar, hablando por el móvil, una fisura por la que penetrar en el puerto. "Hemos llegado a la entrada y nos han dicho que cogiéramos la primera salida, que ahí no entraba nadie", comentaba uno de ellos.
Una vez embarcados los productos que llegaron a las terminales antes de que empezara el paro, y una vez que se ocupe todo el espacio disponible en el recinto con las importaciones, poco más podrá trabajarse en el puerto. Los buques no podrán ni cargar ni dejar mercancías. Eso tendrá consecuencias tanto para la mano de obra (estibadores) como para los ingresos de la autoridad portuaria. La única actividad que ayer permanecía intacta era la de pasajeros.
El paro de transportistas en protesta por la vertiginosa subida del precio del combustible tuvo un efecto muy grave en el puerto de Valencia y se sintió también en los de Alicante, Castellón y Gandia. Pero afectó directamente a otros sectores económicos. Los mercados municipales lanzaron una muy dramática advertencia de desabastecimiento, mientras los supermercados aseguraban haber hecho suficiente acopio de alimentos como para soportar varios días de huelga. Las movilizaciones de los camioneros causaron serios problemas de circulación en algunas de las principales vías valencianas. Y la psicosis por el corte de abastecimiento de combustible causó una avalancha de vehículos en las gasolineras, algunas de las cuales vieron cómo se terminaban sus existencias sin posibilidad de reponerlas.
Algunos polígonos industriales, como los de Riba-roja, Fuente del Jarro, Pla de la Vallonga y Las Atalayas, vieron rebajada su actividad por la presencia de piquetes, vigilados por las fuerzas de seguridad, y porque muchos transportistas optaron por no trabajar.
- Mercados
El presidente de la Federación de Mercados Municipales de la Comunidad Valenciana, José Pérez Acevedo, afirmó que la mayoría de puestos amanecerían hoy cerrados, después de haber estado funcionado ayer "bajo mínimos". A los problemas de las carnicerías (afectadas por el cese de actividad en los mataderos), y de las pescaderías (afectadas porque a la huelga de transportistas se unió la de la flota pesquera), Pérez Acevedo pronosticó que se sumarían fruterías y verdulerías.
La Federación de Cooperativas Agrarias de la Comunidad Valenciana (Fecoav) lanzó un aviso similar: el paro, advirtieron, "puede ocasionar pérdidas exponenciales si se prolonga, máxime dado el carácter perecedero y la propia dinámica del negocio agrario, que exige una comercialización inmediata de la misma".
- Supermercados
El mensaje de serenidad llegó de la mano de la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova), que aseguró que las empresas asociadas se habían aprovisionado lo suficiente en los días previos al paro como para hacer frente a las dificultades en el transporte. Su portavoz, Andoni Monforte, aseguró que la actividad de sus camiones se había desarrollado "más o menos con normalidad" durante la jornada, aunque se habían registrado algunos retrasos. Fuentes de Asucova expresaron, sin embargo, su temor a que la actitud de los piquetes pudiera "radicalizarse" a medida que avanzara la huelga.
- Gasolineras
La mayoría de estaciones de servicio consultadas por este periódico aseguraron ayer no haber registrado problemas de abastecimiento. Aunque hubo otras, como la situada al principio de la avenida del Cid, en Valencia, que informaron a media tarde de que se habían quedado sin diésel y que sus existencias de gasolina se limitaban a súper 98, que se estaba "acabando". Una situación todavía más preocupante fue advertida por la asociación de estaciones de servicio de Alicante. Por las estaciones se extendía el temor a que a la cascada de clientes se sumaran problemas con el suministro: numerosas gasolineras no fueron abastecidas ayer desde las instalaciones de CLH en Albuixech.
- Industria
Grupos de piqueteros se concentraron frente a los polígonos industriales de
Riba-roja y Fuente del Jarro, en Valencia, y Pla de la Vallonga y Las Atalayas, en Alicante, obstaculizando el tránsito de vehículos. Aunque en la mayoría de los casos se produjeron sin violencia, fuentes de las fuerzas de seguridad advirtieron de que, en algún caso, los manifestantes iban armados con pistolas de clavos. Algunos transportistas anunciaron que si la policía les impedía formar piquetes informativos, acudirían con sus camiones.
- Tráfico
Las marchas lentas y los cortes de carretera produjeron importantes colas en la A-3 (un kilómetro), la A-7 (siete kilómetros) y las carreteras nacionales 330, 322 y 340.
Consecuencias del primer día de huelga
- Cerrado el puerto de Valencia. El tránsito habitual en el puerto de Valencia alcanza normalmente los 5.000 vehículos pesados al día, cifra que ayer quedó reducida a una decena. Las consecuencias para la economía valenciana se extienden a numerosas industrias que dependen de las importaciones o que se centran en la exportación. Las pérdidas millonarias todavía no han sido calculadas por los sectores.
- Estaciones de servicio sin gasolina. No fue la norma pero algunas estaciones de servicio informaron ayer de que habían agotado sus reservas de gasolina. El motivo fue la combinación de la psicosis que se despertó entre la población, que acudió masivamente a llenar los depósitos, y los problemas que padecieron las centrales de suministro para la distribución.
- Alimentación. No hubo piquetes destacables a las puertas de Mercavalencia, pero la huelga en sí misma y la parada, en previsión, de los mataderos, dejó desabastecidos algunos puestos de los mercados municipales. La asociación que los agrupa anunció que la mayoría de comercios cerrará hoy. Los supermercados emitieron, por el contrario, un mensaje de tranquilidad.
- Industria. Varios polígonos industriales funcionaron al ralentí debido a los piquetes y la falta de transportistas.
- Tráfico. Las marchas lentas realizadas por los camiones y los cortes en autopistas y carreteras salpicaron la geografía valenciana. Las incidencias más importantes tuvieron lugar en la A-7, la A-3, en la N-322, y en la CS-22 de Castellón, donde continuaban avanzada la tarde.
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