El 'cinturón rojo' de La Marina se resquebraja
Los gobiernos progresistas de Calp, Xàbia y Dénia afrontan problemas
Los apabullantes resultados logrados por el PP en las últimas elecciones dejaron al PSPV con muy pocas cosas que celebrar. La izquierda solo se salvó del naufragio en los municipios del litoral concentrados entre Gandia y Altea y particularmente en La Marina Alta, donde socialistas y nacionalistas firmaron una serie de pactos para gobernar en Dénia, Xàbia y Calp. Se llegó a decir que el cinturón rojo de Valencia se desplazó al sur.
Sin embargo, un año después de la cita con las urnas, esas alianzas de progreso han encallado. En pleno mes de junio, los Ayuntamientos de Calp y Xàbia no han logrado aún aprobar sus presupuestos para 2008 y el de Dénia lo ha hecho con los únicos votos minoritarios de PSPV y Bloc, y sin el apoyo de los independientes de Centre Unificat con los que, en teoría, comparten gobierno.
Quizás el caso más llamativo es el de Calp, donde el PP gobernó con mayoría absoluta entre 1995 y 2007 y protagonizó un último mandato muy polémico, con constantes visitas a los juzgados y broncas con la oposición. Pues bien, ahora, PSPV, BNV y PSD, que apoyan al nuevo alcalde, el socialista Luis Serna, han sido incapaces de ponerse de acuerdo en pactar las cuentas, con lo que aún están vigentes las de 2007, redactadas por las PP. La economía municipal no es un asunto baladí en Calp, toda vez que una auditoría ha demostrado que el PP dejó a deber más de 14 millones de euros. Pero el nuevo tripartito aún no ha podido hacer borrón y cuenta nueva con la anterior época popular y es por ese motivo que el edil nacionalista Ximo Tur ya ha amenazado en varias ocasiones con romper el pacto. Las relaciones entre Tur y el edil de Hacienda, el socialista Nicolai Pérez, son inexistentes y la única puerta que le cierra al PP su regreso al poder es que la dirección del BNV, por ahora, ha exigido a su edil mantener el pacto.
En Xàbia, socialistas y nacionalistas tampoco se ponen de acuerdo en los presupuestos. Ni en eso ni ninguna otra cosa. Los dos socios de gobierno discrepan en las eternas obras municipales, en el catastro y, sobre todo, en la ampliación del puerto propuesta por el Consell, a la que se oponen los nacionalistas del alcalde Eduardo Monfort y que apoyan los socialistas de Rafael Bas. Ante este estado de cosas, el Bloc ya ha iniciado contactos con Nueva Jávea, un partido integrado mayoritariamente por residentes extranjeros, para lograr una nueva mayoría. El resto de la oposición coincide con los socialistas en apoyar el plan portuario autonómico.
En Dénia el problema viene de una crisis interna del PSPV. Uno de sus ediles, Juan Collado, enfrentado al sector interno liderado por la alcaldesa Paqui Viciano, decidió abandonar el Grupo Socialista municipal y convertirse en tránsfuga. Desde entonces Viciano ha estado en minoría y ni siquiera su reciente acuerdo de gobernabilidad con Centre Unificat ha cerrado la posibilidad de una moción de censura. Y hay mucho en juego: como es redactar un nuevo PGOU.
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