Cuando el Corán permite ligar
Turquía quiere reinterpretar el islam y acercarlo a la modernidad
Las convulsiones que vive Turquía por el enfrentamiento entre el aparato laico del Estado y el Gobierno de base islamista parecen ocultar uno de los más ambiciosos proyectos de modernización de la religión musulmana. Esta misma semana, el director de Asuntos Religiosos, Alí Bardakoglu, anunciaba en la cadena CNN-Türk que antes de que acabe el año se culminará el trabajo de un centenar de teólogos turcos para reinterpretar los hadices, los hechos y dichos del profeta Mahoma por los que los creyentes deben regir su conducta.
"Debemos reinterpretar la práctica de la religión. El Corán no defiende la poligamia. Tampoco es un pecado ligar , pero los matrimonios convenidos a edad temprana no son acordes con la religión", aseguró el máximo responsable islámico de Turquía en su entrevista televisada, en la que se refirió a las bodas de niñas y adolescentes como un mal endémico en las zonas rurales del este de Anatolia.
Las declaraciones de Bardakoglu se produjeron poco después de que la prensa turca aireara el contenido de un manual sobre conducta sexual para creyentes publicado en la página en Internet de la Dirección de Asuntos Religiosos, un órgano de la Administración turca del que dependen los imanes.
Este manual condena relaciones como "el flirteo que pueda llevar a cometer adulterio". Pero también advierte: "Las mujeres deben ser más cuidadosas, vestir adecuadamente y no mostrar su cuerpo". Hasta el perfume puede ser inmoral, a juicio de los ulemas turcos: "El profeta Mahoma no aprobaba que las mujeres usaran perfume fuera de su hogar". La controversia sirvió para echar más leña al fuego a la pelea entre los sectores laicos turcos, entre los que se incluye una gran parte de la prensa, y el Gobierno islamista.
Estudiosos del islam, como el profesor de la Universidad de Oxford Tariq Ramadan, sostienen que los musulmanes pueden hacer una "lectura abierta y reformadora de la religión para situarla en su contexto histórico y cultural". El jefe del equipo de teólogos de Ankara, Mehmet Gormez, parece compartir la misma tesis. "Cada uno de los 170.000 hadices tiene su propio contexto cultural y geográfico. La prohibición de que las mujeres puedan viajar solas pudo tener sentido por razones de seguridad en la época del profeta Mahoma", precisa Gormez, que también es subdirector de Asuntos Religiosos.
Mientras en Occidente se observa con interés la revisión de los hadices en Turquía (frente al inmovilismo de países como Arabia Saudí, que prohíbe a las mujeres conducir un vehículo), la reforma del islam que preparan los teólogos de Ankara pasa casi inadvertida en la vida cotidiana de los turcos, que discurre entre los agobios de la crisis económica y los sobresaltos políticos. Ayer mismo, el presidente del Parlamento, el islamista Koksal Toptam, pedía que se recortaran las competencias del Tribunal Constitucional, que el jueves anuló una reforma legal del Gobierno, la que autorizaba que las jóvenes cubiertas con el velo islámico pudieran estudiar en las universidades de Turquía.
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