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La figura del Cid se engrandece en Alicante mientras se relega a Jaume I

El PP en la Diputación destina más de 122.000 euros a ensalzar al mítico Cid

Las instituciones gobernadas por el PP se han volcado durante los últimos meses en la celebración del 800º aniversario del Cantar del Mío Cid, un poema épico que narra las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid. La Diputación de Alicante ha sido una de las instituciones que se han puesto al frente de la reivindicación de la figura del héroe y de sus hazañas. Sin embargo, han ampliado y exagerado la influencia y presencia del Cid en Alicante, según coinciden varios profesores consultados que consideran que la conmemoración ha sido más "turística que histórica". Por el contrario, el octavo aniversario del nacimiento de Jaume I, fundador del Reino de Valencia y cuya huella persiste en varias localidades como Orihuela, ha caído en el olvido.

"El Cid fue negativo y Jaume I, postivo, alabamos a uno y olvidamos al otro"

"La trascendencia de Jaume I sobrepasa cualquier influencia del Cid en estas tierras", apunta José Vicente Cabezuelo, profesor de Historia Medieval en la Universidad de Alicante. "El Cid fue negativo para nosotros, y Jaume I, positivo, alabamos a uno y nos olvidamos del otro", se lamenta Juan Antonio Barrio, también medievalista de la Universidad de Alicante.

Para celebrar el 800º aniversario del cantar épico del Mío Cid se creó un consorcio integrado por las diputaciones de Burgos, Soria, Guadalajara, Zaragoza, Teruel y las tres valencianas que se encargó de trazar unas rutas, hizo congresos, publicó libros y rodó una serie de televisión. Esta conmemoración empezó a celebrarse presupuestariamente en la Diputación de Alicante en 2005, cuando ya se aprobó una partida de 24.000 euros para la constitución del consorcio, en 2006 fueron 36.000 euros y en 2007 otros 30.000. Este año, según datos oficiales facilitados por el PSPV, 1.800 euros fueron para la promoción del Camino del Cid, otros 1.000 euros en obras de señalización y otros 34.042 para el consorcio. En suma, casi 123.000 euros para promocionar un supuesto camino que el Cid no llegó a recorrer.

Los profesores medievalistas se quejan de que esta conmemoración haya sido "más turística y propagandística que real e histórica", según Barrio. "Es más leyenda que historia", afirma Cabezuelo. En la página web oficial del aniversario (www.caminodelcid.org) la ruta del Ramal de la defensa del sur, que comprende las comarcas alicantinas se amplía y extiende hasta Orihuela, Cox o Callosa del Segura, localidades en las que no existe confirmación histórica de que el Cid estuviera por allí; de hecho en la web solo hablan de "influencia" del Cid, pero no presencia. Elche sí que fue un lugar emblemático y "muy importante en el segundo destierro", asegura Barrio, quien lamenta que en la serie de televisión que se ha rodado para la ocasión, con al asesoramiento histórico de José Luis Corral, se haya hecho especial hincapié en los atractivos turísticos de estas ciudades y se silenciaran las huellas y la pervivencia de la corona catalanoaragonesa en Orihuela, donde "pervive más influencia de Jaume I, en edificios donde se conserva la bandera cuatribarrada de la antigua corona de Aragón, que del Cid, del que no se tiene constancia alguna", asegura Barrio. Ambos personajes han sido polémicos, el Cid es una figura "maldita" desde que el franquismo se adueñó de ella para ensalzar la unidad de España. "Hay pocas fuentes fiables, y ahora los especialistas, en sus últimas investigaciones, están bajando del pedestal de la leyenda al Cid y trazando más sombras que luces en su figura", apunta Cabezuelo, quien cree por el contrario la figura de Jaume I es "vertebral" para los valencianos. Durante este año se han desarrollado congresos internacionales y actividades "bastantes bien coordinadas" desde el Institut d'Estudis Catalans, pero de los que la Generalitat valenciana se ha mantenido al margen y ha optado por "generar su propio modelo ajeno a los demás". Barrio reconoce que quizá desde Cataluña han "convertido la figura de Jaume I en un elemento vertebrador, mientras que Valencia no ha superado la visión regionalista y de campanario en torno a esta figura histórica de proyección internacional".

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