Vizcaya destina otros 20 millones a su centro de automoción

El centro tecnológico para el sector de la automoción que se levantará en Amorebieta, el primero de sus características en Europa, recibió ayer otra inyección de 20 millones de euros. La Diputación de Vizcaya anunció esta inversión, que se une a los 42 millones que ya comprometió dos años.

El proyecto, que quiere impulsar la investigación, suma ya a 18 empresas

Este centro tenológico, cuyo principal cometido será favorecer la investigación en automoción bajo la supervisión de las empresas del sector, tendrá tres instalaciones en Amorebieta, Ermua e Iurreta. La de la primera localidad se halla en obras desde junio del pasado año. La Diputación aseguró ayer que los trabajos finalizarán en diciembre próximo, con más de un año de retraso sobre las previsiones iniciales.

El centro de Amorebieta contará con unidades de investigación, desarrollo e innovación, un laboratorio común, una incubadora de empresas y áreas de ingeniería. La instalación en Ermua también se halla en construcción y se espera su conclusión para inicios de 2009. En Iurreta aún no se han iniciado las obras.

El diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, incluyó esta inversión de 20 millones dentro del plan de reactivación de la economía que el Gobierno y el Gobierno y las tres diputaciones presentarán el próximo día. El dinero se destinará a la segunda fase del proyecto de Amorebieta y permitirá ampliar el edificio construido y edificar otro adyacente, que se destinarán básicamente a unidades de investigación y desarrollo.

Bilbao precisó que a esta segunda fase se han incorporado proyectos de otras 12 empresas del sector de la automoción, como Gestamp, Cromoduro, Inauxa, Fuchosa o Maier, con lo que ya son 18 las compañías que se sumarán al centro.

Una fundación, AIC, gestiona todo el proyecto, en el que además de la Diputación participan los ayuntamientos de Amorebieta y Ermua y el cluster de automoción del País Vasco, Acicae. La ubicación de las instalaciones en el Duranguesado no es aleatoria, ya que en esta comarca se ubican la mayor parte de las empresas de automoción en territorio vizcaíno.

La singularidad de esta iniciativa pasa por que no se trata de un centro tecnológico al uso, basado en la oferta, sino que se fundamenta en la demanda: serán las propias empresas las que decidan qué se debe investigar para mejorar la producción. Este modelo permite impulsar proyectos de investigación en común, la formación interna y abre la posibilidad de crear nuevas empresas.

La filosofía es especializarse en el diseño tecnológico y adaptarse a los inminentes cambios en la fabricación de automóviles, como el uso de otros combustibles diferentes a la gasolina y el gasóleo. La idea pasa por competir en las nuevas tecnologías en vez de la pura manufactura, amenazada por los países con bajos costes laborales.