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La carrera hacia la Casa Blanca

El republicano McCain se proclama el hombre del cambio

El senador acusa a Obama de hacer "falsas promesas"

Yolanda Monge

Era la gran noche de Barack Obama, y John McCain intentó eclipsarla con un discurso en horario de máxima audiencia en el que anunció que si había alguien que pudiera llevar el cambio a Estados Unidos, ése era él. No el joven Obama y su lema "un cambio en el que creer", sino él, un veterano político, con la consigna "un líder en el que creer". El senador por Arizona reconoció que el deseo de cambio está entre las aspiraciones del electorado actualmente. Pero no sólo negó que ese objetivo sea patrimonio exclusivo de su colega de Illinois, sino que aseguró que él representa ese sentimiento con mucha mayor sinceridad.

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Y tanto énfasis puso en ello que se hizo reiterativo y hasta 32 veces llegó a pronunciar la palabra "cambio" en un discurso de menos de 20 minutos.

El candidato elegido por los republicanos para reconquistar la Casa Blanca en noviembre, ya libre de unas primarias demócratas que han ensombrecido su campaña, probablemente sintió en la noche del martes el alivio de saber contra quién dirigir sus ataques. Y no dejó pasar ni un minuto. Dos horas antes de que Obama hiciera historia, precisamente en terreno republicano -en Saint Paul (Minnesota), ciudad que será sede de la convención del Partido Republicano en septiembre-, McCain se coló en los cuartos de estar de los estadounidenses para presentar al que ya es su rival como "un liberal" ajeno a los problemas del ciudadano medio, un político convencional que ofrece "falsas promesas". Obama es "un hombre impresionante", concedió el senador, pero "un hombre con una floja trayectoria".

Iniciada la que, según sus jefes de campaña, será la ruta a seguir a partir de ahora, con ataques directos que pretenden acabar con el mito de la obamanía, McCain puso en práctica su segunda táctica: atraer para sí a los supuestos votantes demócratas desencantados con que no sea Hillary Clinton quien haya alcanzado la nominación. "Como padre de tres hijas", proclamó el político de 71 años, "estoy en deuda por haber inspirado a millones de mujeres a creer posible que no hay nada que no puedan conseguir". Fue éste el primer elogio hacia la candidata que durante las ya concluidas primarias conquistó el voto de la clase media trabajadora blanca, un voto que McCain, inteligentemente, intentará ahora capturar para sí.

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Su discurso fue redondo. Anticipándose a lo que será -y ha sido- el principal mantra contra McCain de la campaña de Obama, el veterano de guerra rechazó de forma explícita la idea de que su candidatura representa un tercer mandato de George Bush. "¿Por qué cree el senador Obama que es tan importante repetir esa idea una y otra vez?", se cuestionó McCain. "Porque es muy difícil que los estadounidenses se lleguen a creer algo que saben que es falso". "El pueblo norteamericano no me ha conocido ayer, como ha conocido al senador Obama", puntualizó.

Como prueba de su independencia respecto al actual inquilino de la Casa Blanca, el senador presentó tres casos: su distinta visión de la guerra de Irak, su diferente política energética y sus desiguales enfoques sobre el cambio climático. "Tengo algunos pocos años más que mi oponente", bromeó McCain, "y sin embargo, me sorprende que un hombre tan joven haya respaldado ya tantas ideas equivocadas", en referencia a las opiniones de Obama de querer negociar con naciones enemigas y de haber votado a favor de la ley energética de Bush.

Los electores tienen para elegir a dos hombres que se reclaman agentes del cambio. Frente al héroe de Vietnam con décadas de presencia en el Senado que es McCain, tendrán a un hombre de 46 años formado profesionalmente en los barrios pobres de Chicago que saltó a la política hace sólo cuatro años.

John McCain, durante su discurso la noche del martes en Luisiana.
John McCain, durante su discurso la noche del martes en Luisiana.AFP

Dos visiones para el futuro de Estados Unidos

IMPUESTOS Rebaja fiscal a las empresas Confirma los recortes de Bush a los que ganan más de 161.000 euros, y del 35% al 25% del tipo para empresas. Apoyo a jubilados y trabajadores 51.700 millones de euros de recorte fiscal para trabajadores y jubilados. Anularía las rebajas para ricos.

SANIDAD Más competencia entre seguros Apuesta por estimular la competencia en el sector de los seguros, eliminando las barreras entre Estados. Programa de cobertura universal Propone un programa sanitario federal que cubra a todos los ciudadanos que no tengan seguro médico.

IRAK Presencia por tiempo indefinido La retirada abriría la puerta al "caos y al genocidio". Subraya que el aumento de tropas supuso una mejora. Retirada gradual en 16 meses Regreso paulatino de las tropas, una o dos brigadas al mes, dejando fuerzas limitadas contra el terrorismo.

IRÁN Endurecimiento de las sanciones Aboga por reforzar junto a los aliados la presión sobre Teherán. Consultaría con el Congreso ataques militares. Abierto al diálogo con Ahmadineyad Apuesta por la vía diplomática, pero no excluye la posibilidad de una intervención militar.

INMIGRACIÓN Prioridad, control de fronteras Partidario de fortalecer el control en la frontera mexicana. Dispuesto a discutir la legalización de sin papeles. Multas para empleadores Propone sancionar a quienes emplean a sin papeles. También dispuesto a la legalización de indocumentados.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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