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Reportaje:

Ocho kilómetros de autopista que no conducen a ningún sitio

El retraso guipuzcoano impide abrir toda la AP-1 en Álava

Mikel Ormazabal

El retraso que acumulan las obras de la autopista AP-1 (Eibar-Vitoria) en su tramo guipuzcoano, que debía estar terminado a finales del año pasado, mantendrá fuera de servicio hasta finales de este año ocho de los 14 kilómetros del trazado que discurre por Álava. La carretera ya está completamente construida entre Etxabarri-Ibiña y Arlabán (en el límite con Guipúzcoa), pero ayer sólo pudieron abrise al tráfico los 6,2 kilómetros que llegan hasta la localidad de Luko. El resto permanecerán inutilizables hasta que Guipúzcoa pueda finalizar sus trabajos.

Los vehículos circularán gratis por los 6,2 kilómetros estrenados ayer por el diputado general alavés, Xabier Agirre, y su responsable de Obras Públicas y Transportes, Luis Zarrabeitia, entre otras autoridades. El cobro del peaje se pospone hasta la apertura total de este vial.

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El diputado de Infraestructuras Viarias de Guipúzcoa, Eneko Goya, manifestó que esta provincia necesita tiempo hasta "finales de este año o principios del siguiente" para poder rematar su vertiente. La aparición de anomalías geológicas imprevistas durante la ejecución del túnel de Isuzkitza, de 3.377 metros y que une Álava con Guipúzcoa, ha sido uno de los motivos por los que la obra suma unos 12 meses de atraso.

La Diputación alavesa ha invertido 147 millones de euros en construir su parte, 25 millones más de lo aprobado en 2004, cuando Obras Públicas estaba en manos del PP. Este desfase podría crecer cuando la institución foral reciba las certificaciones de la obra. Además, este departamento calcula que durante los próximos meses dejará de ingresar unos 465.000 mensuales por no implantar el peaje.

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Aunque está sin decidir el modelo de explotación de la AP-1, Álava y Guipúzcoa podrían acordar que sea la sociedad pública Bidegi, que explota las autopistas guipuzcoana, la que gestione el cobro de los peajes. Cuando esté operativa toda la autopista, de 46,1 kilómetros de longitud, permitirá reducir en 15 minutos la actual conexión por la N-I.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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