Las ventas de coches se desploman en mayo y caen al nivel de hace 10 años
El miedo de los consumidores a la crisis retrae un 24,3% las matriculaciones
Malo sin paliativos. Así califican los fabricantes de coches el dato del mes de mayo, en el que se han matriculado 116.108 automóviles de turismo en el mercado español. La caída de ventas sobre mayo de 2007 es del 24,3%, porcentaje desconocido por los estadísticos de la patronal Anfac desde que en 1989 comenzaran la actual serie de datos.
En el mes de mayo de 1993 (el año de la recesión en la economía española) las ventas cayeron el 19,6%, aunque se comparaban con cifras menores. En los primeros cinco meses de 2008 se han matriculado 587.405 vehículos, con un retroceso del 14,3% sobre los primeros cinco meses de 2007, lo que marca una tendencia definida hacia un año gris oscuro.
Las compras de particulares cayeron el 28,5% en el mes de mayo
Los concesionarios piden un plan de choque que anime el mercado
Hay que remontarse a mayo de 1998 para ver unas ventas tan pobres: 105.049 unidades. Desde entonces, mayo ha sido un mes florido para un sector que desde 2003 ha circulado a gran velocidad y por autopistas anchas debido a unos tipos de interés muy bajos y a que muchos clientes pedían créditos para las hipotecas (más baratos) y se reservaban un pico para el coche.
Ahora, el único consuelo retórico para digerir la cifra conocida ayer es que en mayo de 2007 se matricularon 153.396 unidades, el segundo mejor mayo de la historia. Pero eso no baja la dosis de pesimismo que atenaza a los fabricantes, distribuidores y clientes.
"No nos lo esperábamos. Sabíamos que el consumo estaba bajando, pero no tanto" dijeron fuentes de la patronal mientras asumían el mal dato. El cuadro clínico para el sector apunta a una enfermedad grave, se mire como se mire. A saber, menor confianza del consumidor, aumento del paro, créditos más difíciles de conseguir y más caros, endeudamiento de las familias casi al límite, aumento del precio de los alimentos, explosión del precio del combustible e IPC al alza...
El sector ha agotado toda la cremallera del freno de mano hasta el punto de que los fabricantes, que revisaron el pasado 5 de mayo la previsión de caída de ventas desde el 2% al 9% ya se plantean una nueva revisión a peor. Luis Valero, director general de Anfac, como mandan los cánones del directivo económico, se da un nuevo plazo. "Habrá que esperar a los resultados de los meses de junio y julio para ver si se modifica la previsión del ejercicio, aunque será difícil aguantar la actual del 9%". Puro voluntarismo.
La asociación que incluye a los importadores, Aniacam, tiene menos reparos en descubrir sus cartas. Germán López Madrid, presidente de Aniacam, dijo ayer que la caída al final del año estará entre un 12% y un 14%, y llamó la atención sobre el descenso de ventas en el segmento de familias y empresas no alquiladoras que suponen el 85% del mercado total.
La compra de vehículos por las familias se está yendo al traste, ya que ha caído el 28,4% en mayo y el 17,8% en el acumulado de los primeros cinco meses. Las empresas alquiladoras (el 15% del mercado) cedieron un 8,3% en mayo y un 2,6% en los primeros cinco meses.
El pesimismo se ha extendido por todas las capas sociales, ya que la caída es generalizada. Ni un solo segmento se salva. Los coches micro y del segmento medio bajo (con una mejor fiscalidad desde el pasado 1 de enero) han sufrido descensos del 14,8% y del 12,2% en mayo y del 1,2% y del 2,4% en cinco meses, respectivamente.
A partir de ahí, y cuanto más caro y de mayor cilindrada es el vehículo, mayores son las caídas en ventas. Así, los segmentos de lujo, los monovolúmenes y los todoterreno, han sufrido en mayo descensos de entre el 22% y el 49% en cada caso. Los todoterreno han vivido desde 2003 a 2007 su época dorada, con aumentos acumulados cercanos al 20%.
Los fabricantes y distribuidores preparan actualmente un proyecto de Plan Prever (ayudas públicas por comprar un coche nuevo achatarrando el antiguo) con el que pretenden por lo menos "mantener la cifra de ventas", aunque reconocen que las ventas no carburan por el actual momento económico.
Si los fabricantes están preocupados, son los concesionarios quienes realmente sufren el parón de las ventas, a pesar que están enlazando ofertas comerciales muy atractivas para salvar el momento, según reconocen fuentes de la patronal Faconauto. Esta patronal ha pedido al Gobierno medidas de choque, porque el sector ha entrado en "alerta máxima" y eso afecta a un conjunto de 6.000 empresas y 160.000 trabajadores. Y ello después de un quinquenio de bonanza.
Los fabricantes, que también se empiezan a tentar la ropa, saben que 8 de cada 10 coches fabricados en suelo español van al mercado exterior. La producción de vehículos subió hasta abril el 2,9% y está en sus niveles más altos. Los mercados de Alemania, Francia e Italia siguen manteniendo su demanda, y esto da oxígeno al sector.
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