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CiU se perfila como primer aliado del PSOE

La aritmética y la práctica política hacen que CiU se perfile como el apoyo clave del Gobierno en el Congreso de los Diputados en la legislatura, especialmente, para la aprobación de propuestas económicas, incluidos los presupuestos, según fuentes socialistas y nacionalistas.

Por el momento, el Gobierno ha preferido mantener las distancias con los grupos minoritarios y aplazar las gestiones para ejecutar lo que se da en llamar "geometría variable", es decir, la estrategia de pactar en cada caso con cada partido. Sin embargo, el poco tiempo transcurrido de legislatura muestra que los que fueron aliados habituales de Zapatero en su primer mandato prefieren ahora mantener distancias por interés estratégico. En paralelo, con quien más ha coincidido el Gobierno en las votaciones hasta el momento es con CiU. Por ejemplo, además de sacar al PSOE del apuro del caso Taguas, su abstención permitió rechazar una moción contra la subida de tarifas eléctricas.

En paralelo ha habido un distanciamiento claro del PNV. Las intervenciones de sus diputados en el pleno y en las comisiones son las más duras contra el Gobierno. Así lo hizo Emilio Olabarria en el debate del caso Taguas y en la comparecencia de la vicepresidenta en la Comisión Constitucional. Fuentes del PSOE admiten que hasta después de las elecciones vascas no serán posibles acuerdos con el PNV. Los nacionalistas vascos ya mostraron su malestar porque el PSOE unió sus votos a los del PP para frenar el blindaje del concierto vasco.

Para este miércoles, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, hará una pregunta al presidente del Gobierno que, en el contexto de la consulta popular de Ibarretxe, promete mantener el enfrentamiento: "¿No piensa dar cumplimiento ni tan siquiera a los compromisos públicos adquiridos por su partido en relación con el autogobierno vasco?". A pesar de ese enfrentamiento, es seguro que el PNV propondrá a su ex diputada Margarita Uría para el próximo Consejo General del Poder Judicial.

También hacen un esfuerzo por marcar diferencias con el Gobierno ERC e Izquierda Unida, pendientes también de sus problemas internos. Así, sus diputados han castigado al Gobierno con iniciativas sobre la laicidad y sobre el caso Taguas y no es probable que voten a favor de iniciativas económicas y menos de los presupuestos.

El BNG ha hecho algunos amagos de distanciamiento en iniciativas como la que pedía revisar el concordato con la Iglesia católica y fuentes socialistas consideran que, a medida de que se acerquen las elecciones autonómicas gallegas, buscará también diferenciarse.

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De todos los grupos, CiU es el único que por sí solo puede ayudar a sacar adelante iniciativas, especialmente las cuentas para el próximo año. Ni BNG, ni IU pueden garantizar por sí solos que no se devuelvan los Presupuestos. Los últimos los sacó el Gobierno adelante gracias a PNV y BNG y la abstención de ICV. Ahora, los socialistas dan por seguro un cambio de socios, para incluir a CiU como aliado preferente. En ese caso, el acuerdo con CiU puede tener contraindicaciones en Cataluña y estará determinado por el cumplimiento de los preceptos del Estatuto, especialmente los referidos a las inversiones.

Los portavoces del PSOE, José Antonio Alonso, y de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, mantuvieron recientemente una larga reunión para establecer las líneas de la colaboración.

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