Cómo desarrollar el capital humano
¿Cómo son los emprendedores? ¿Qué habilidades tienen? ¿Hay un espíritu emprendedor? ¿Cómo se puede fomentar éste? ¿Cuál es la edad idónea para emprender? Para que la bombilla de emprender se encienda, lo único imprescindible es tener una predisposición e interés para que se produzca, el resto se puede conseguir. No nacemos con espíritu emprendedor; nos hacemos emprendedores.
Intrapreneurship es la disciplina que contempla la innovación y la creación de nuevos negocios dentro de los existentes, se asocia con el espíritu emprendedor en las organizaciones y se deriva del término entrepreneur (que en francés significa emprendedor, empresario).
El espíritu emprendedor es la capacidad para desarrollar proyectos novedosos o para ver más allá de lo cotidiano. No existen unas reglas necesarias ni pasos concretos para lograr un espíritu emprendedor; es un compendio de sensibilidad, innovación, estilo, predisposición, interés por el desarrollo...
Un emprendedor es la persona capaz de acometer proyectos con perseverancia, superando los obstáculos que se le presentan y convirtiendo la experiencia en motor de la propia iniciativa personal. El espíritu emprendedor no tiene edad, ni mínima ni máxima, por lo que es interesante empezar lo antes posible a formarlo y desarrollarlo.
Hay que visualizar la cultura del emprender como el mayor logro organizativo interno, haciendo posible la mágica conjunción del directivo-emprendedor-empresario o el técnico emprendedor-empresario. La formación del emprendedor interno se denomina emprendimiento, término que designa el aprendizaje de las habilidades para ser un buen emprendedor dentro de la empresa, y tener la actitud de emprender como el mayor objetivo de un empleado especializado y de nivel directivo en la organización. Este emprendimiento consiste en valorar el conocimiento en una faceta de generación de empresa, es decir, emprender es crear nueva riqueza social a través del empleo.
Es necesaria una nueva visión del capital humano interno de las compañías. La gestión de los recursos humanos adquiere un grado mayor de interés como generador de empleo a través de emprendedores internos. Las personas deben sentir la organización como un entorno propicio para poder generar sus afanes y recibir oportunidades de compartir sus esfuerzos personales con los intereses de la empresa.
Gestionar el capital humano en una organización orientada al emprendedor interno y favorecedora del emprendimiento implica saber gestionar estos cuatro niveles: entorno humano, talento, confianza y conocimiento. Una organización que genera nuevos proyectos internos invierte en mimar a sus personas como seres humanos, como talento, como personas de confianza y como agentes del conocimiento. -
Ignacio Ruiz es gerente de Desarrollo Corporativo del Club Excelencia en Gestión.
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