Alta rentabilidad
Tras un buen abril, mayo se ha saldado con tímidas revalorizaciones en los activos financieros. El índice AFI de fondos de inversión Gestión Global, representativo de una cartera diversificada (30% renta variable, 70% renta fija y 10% liquidez), apenas gana un 0,2%, lo que es insuficiente para mejorar un saldo muy decepcionante: -3,6%. Las caídas de enero y de la primera mitad de marzo fueron tan intensas que todo apunta a que este año se va a saldar con números rojos, o con ganancias inferiores al 2%.
Ahora bien, esto no significa que se deba arrojar la toalla, ni que la toma de decisiones se deba hacer en función de las rentabilidades de los últimos meses (según las cuales, sólo la renta fija a corto plazo y los monetarios consiguen ganancias). La pregunta más frecuente de los últimos días es si es momento de comprar renta variable. Nosotros sólo lo recomendamos en aquellos casos en los que la exposición sea muy reducida o en los que el horizonte de inversión sea muy largo. Es decir, no nos fiamos del rebote del Eurostoxx iniciado tras el rescate de Bear Stearns. Las dudas sobre el crecimiento económico y su impacto en los beneficios empresariales, así como sobre la reacción de los bancos centrales al repunte de la inflación, son lo suficientemente importantes como para recomendar no sobreponderar. No obstante, algunos de nuestros clientes sí transmiten su deseo de incrementar el riesgo de sus carteras. Para ellos, podemos encontrar otras categorías de activos, tal vez con un mejor binomio rentabilidad/riesgo. Así, la renta fija privada, tras el repunte de los últimos meses de los diferenciales, ofrece rendimientos en torno al 6% (pueden encontrarse referencias al 9%), como es el caso de la importante lista de referencias recientemente emitidas por las entidades españolas con vencimiento entre 2010 y 2011.
Ahora sólo recomendamos comprar renta variable cuando la exposición sea muy reducida
Para quien quiera un punto más de riesgo, la recomendación es la denominada high yield, es decir, la renta fija emitida por empresas o Gobiernos con baja calificación crediticia. En este caso es necesario invertir a través de fondos. El índice AFI de fondos high yield perdió desde los máximos de hace un año hasta los mínimos de marzo un 20%, pero desde entonces gana un 3,7% (es la mejor categoría, seguida de renta variable Latinoamérica, +2,5%). Una apuesta válida, pero insistimos en que sólo para las carteras más arriesgadas. -
David Cano y David Fernández son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
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