Clinton pierde la batalla de Florida y Michigan
Los Estados que adelantaron sus primarias tendrán el 50% de los votos
El Partido Demócrata certificó ayer su división en Washington con una solución para las elecciones anuladas en Florida y Michigan que Hillary Clinton no acepta y amenaza con recurrir ante la Convención del partido en Denver, en agosto. El acuerdo adoptado por el Comité de Reglas permite a los Estados que violaron las normas internas contar con plena representación de sus delegados en la Convención pero con el 50% del voto; es decir, un delegado, medio voto.
Hillary amenaza con llevar el caso hasta la convención de Denver en agosto
Los seguidores de la senadora de Nueva York escenifican la división del partido
De esta manera, aunque se da representación parcial a dos importantes Estados, se cierra la última puerta en la que confiaba Clinton para alcanzar a Barack Obama en su carrera hacia la nominación. Y se cierra entre las protestas de sus representantes en la reunión de ayer y entre los gritos de sus seguidores que llenaban la sala. Existe un peligro cierto de que esta disputa se prolongue y ponga en peligro las posibilidades presidenciales de Obama.
"No es esta la mejor manera de conducir al partido por la senda de la unidad", dijo ante el Comité de Reglas uno de los principales responsables de la campaña de Clinton, Harold Ickes, quien añadió que la senadora de Nueva York le había encargado informar al partido de que se reservaba el derecho de llevar el caso de Michigan y Florida ante el Comité de Credenciales, la instancia que tiene que decidir en julio los nombres de los participantes en la Convención. Ese paso, que aquí se conoce entre los comentaristas como la opción nuclear, garantizaría una Convención dividida. Los partidarios de Clinton gritaban ayer a las puertas del hotel donde se reunió el partido "¡Denver, Denver!", en clara referencia al nuevo escenario en el que piensan dar la batalla.
De acuerdo con la decisión adoptada ayer, el reparto de delegados para Clinton y Obama se realizará conforme a los resultados de las elecciones primarias que fueron anuladas en su día. Esto es, en Florida, con 185 delegados, Clinton tendrá un 50% y Obama un 33%. En Michigan (128 delegados), donde Obama retiró su nombre de las papeletas de votación, Clinton contará con el 55% de los representantes y se le concederán a Obama los puestos adscritos como no comprometidos, que fueron el 40% del recuento final. En su momento, cuando Clinton decidió mantener su candidatura en Michigan, los partidarios de Obama recomendaron votar por no comprometidos.
El Partido Demócrata, que ha vivido el proceso de primarias más emocionante y participativo de su historia, queda ahora expuesto a una difícil situación. ¿Cómo salir de esta crisis y aunar fuerzas en torno al candidato?
El presidente del Comité Nacional Demócrata, Howard Dean, que abrió ayer la reunión de Washington, garantizó que "todo esto va a reforzar a nuestro candidato". "Podemos discrepar y al mismo tiempo estar unidos", añadió.
Dean había instruido a los 30 miembros del Comité de Reglas que cualquier decisión que tomaran debía tener en cuenta tres principios: "El respeto a los que votaron y a los que no votaron, el respeto a los candidatos que respetaron las reglas y el respeto a los 48 otros Estados que respetaron las reglas".
El caso de Florida fue defendido, entre otros, por el senador de ese Estado Bill Nelson, un partidario de Clinton, quien advirtió de las graves consecuencias que puede tener para los demócratas en las presidenciales de noviembre ignorar ahora a los votantes que acudieron a las primarias en proporciones históricas. "Dos millones de votantes merecen ser escuchados", dijo el senador Nelson.
El debate, que fue transmitido en directo por varios canales de televisión y presenciado en el mismo lugar por unas 600 personas, se vio frecuentemente interrumpido por los aplausos y las muestras de pasión de un público dividido entre Clinton y Obama. Toda esta discusión es, en realidad, un reflejo de esa división. Los partidarios de Clinton querían incluir a los delegados de Florida y Michigan como última posibilidad de resucitar su candidatura, mientras que los partidarios de Obama exigen el estricto cumplimiento de las reglas para evitar que su rival se les acerque.
En ningún caso, la decisión iba a variar el hecho de que Obama supera a su rival por más de 200 delegados y que va a estar el martes, cuando concluyan las primarias, por delante de Clinton. Pero cuanto más estrecho sea ese margen más argumentos tiene Clinton para pelear por lo que quiera, incluida la vicepresidencia.
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