Victoria sufrida
España, débil en defensa, derrota a Noruega y se acerca a los Juegos
España saltó ayer a la pista del Paris Bercy con siete jugadores y con los nervios como compañero, enganchados a la camiseta, agarrotándoles los brazos y nublándoles la mente. Comprensible, en parte, si se tiene en cuenta que en juego está el billete a Pekín. Más aún porque España lleva siete participaciones consecutivas en los Juegos. Pero difícilmente entendible, dada la teórica superioridad sobre Noruega -23 victorias y 9 derrotas en 32 partidos-. Ayer, por momentos, se cambiaron las tornas. En un partido lleno de alternativas, sólo los errores finales de los noruegos y el acierto del portero Hombrados, con 21 paradas, y los goles de Alberto Entrerríos y Rocas, en el último suspiro, acabaron por restaurar los papeles originales y dieron el triunfo a los de Juan Carlos Pastor (33-31).
ESPAÑA 33 - NORUEGA 31
España: Hombrados; Rocas (7), Raúl Entrerríos (1), Belaustegui (0), Tomás (0), Iker Romero (2), García (5), Garabaya (4), Malmagro (6), Prieto (0), Alberto Entrerríos (6), Davis (2), Lozano (0).
Noruega: Ege; Myrhol (0), Lund (7), Tvedten (3), Mamelund (5), Rykkje (0), Stegavik (2), Loke (7), Strand (4), Jorgensen (1), Skjaervold (2).
Árbitros: Lyudowyk y Vakula (Ucrania). Excluyeron por dos minutos a los españoles Alberto Entrerríos, Raúl Entrerríos (dos veces), Rubén Garabaya, Belaustegui, Lozano (dos veces), García y a los noruegos Strand, Myrhol y Lund.
Unos 2.000 espectadores en el pabellón Bercy de París
Los primeros compases del encuentro no auguraban nada bueno para la campeona del mundo en 2005. Noruega se escapó en el marcador (3-6) cuando los españoles apenas se habían calzado las zapatillas. Apretó entonces la banda derecha de la selección, con Rocas afincado en el extremo y Cristian Malmagro, que debutaba en un partido internacional en competición oficial, en el lateral. Ambos se encargaron de disipar la ventaja de los nórdicos. Y de oxigenar a España, que volvía a situarse por primera vez un gol por delante desde el 1-0 inicial.
Pese al esfuerzo de los cañoneros noruegos, Lund y Mamelund, la diferencia se mantuvo más allá del descanso. Como si fuera un baile de goles. Uno arriba para los de Pastor; ahora empata Noruega. Y vuelta a empezar. A menos de un cuarto de hora del final, el equipo escandinavo volvió a tomar ventaja. Otra vez los nervios se apoderaron de los españoles. Ni los intentos de Íker Romero, ayer la sombra de lo que es -sólo dos goles, uno en cada tiempo-, serenaban el juego de la selección, consciente de lo que estaba en juego. Durante la semana de preparación del preolímpico, Juan Carlos Pastor, repetía una consigna como si fuera un mantra: defensa. No cuajó. La defensa española, dispersa, deshilachada y sin tensión durante todo el partido, parecía abatida. Hasta que la guardia pretoriana resurgió en los 10 últimos minutos de partido. Con la victoria, España se acerca a Pekín, pero deberá mejorar en defensa si quiere ganar esta tarde a Francia, que ayer batió a Túnez (34-25).
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