El Gobierno derogará el trasvase del Ebro el próximo viernes
Las reservas del área barcelonesa alcanzan el 50% y ponen fin a la sequía
El Consejo de Ministros del próximo viernes derogará el decreto que regula el trasvase de agua de Tarragona a Barcelona. La medida se aprobó el pasado 14 de abril, cuando las reservas que nutren al área barcelonesa estaban al 21% de su capacidad. Ayer alcanzaron el 50%, superando el umbral de excepcionalidad que fijaba el decreto de la Generalitat antes de que fuera modificado. Técnicamente, ya no hay sequía. Falta que el Gobierno catalán lo certifique.
Las lluvias de este fin de semana dejarán las reservas rondando el 60%
La Generalitat ve en la desalinizadora de Cunit un embrión de la interconexión
Para ello, la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marítimo, Elena Espinosa, se reunirá la próxima semana con representantes de la Generalitat para fijar los criterios en que la sequía se da por terminada. Espinosa presentó un informe en el Consejo señalando que la situación de emergencia ha concluido tras las intensas lluvias que ha recibido Cataluña.
Se esperan más para este fin de semana, que barrerán el territorio de sur a norte entre el sábado y el domingo. El frente dejará entre 50 y 60 litros por metro cuadrado en la zona de influencia de los embalses del área de Barcelona, según el Meteocat. Las lluvias dejarán las reservas rondando el 60% de su capacidad, situación que mejorará en algo el nivel que los embalses presentaban hace 12 meses.
Estas precipitaciones tampoco serán las últimas: el servicio de predicción detectó ayer la configuración de otra serie de borrascas. Se trata de otro frente que genera una depresión instalada en el golfo de Vizcaya. A principios de semana, apunta el Meteocat, la depresión se acercará a las Islas Británicas para realojarse sobre la Península entre el martes y el miércoles.
Pese a la desaparición de la emergencia, el vicepresidente del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, instó ayer al Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero a mantener las obras del trasvase a Barcelona. El Gobierno de Francisco Camps considera que la situación de sequía obligará en un futuro próximo a plantear de nuevo la necesidad de un trasvase a Barcelona. Se empeña así en la estrategia de apoyar los trasvases que el Gobierno valenciano pretende para sí.
La Generalitat no presionará más a La Moncloa: proyecta las tuberías que unirán Barcelona y Tarragona con la desalinizadora de Cunit como una suerte de garantía ante futuros episodios de sequía. La interconexión quedaría a escasos metros de distancia: los que medien entre la tubería proveniente de Barcelona y la que se dirija hacia Tarragona.
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