Tony Soprano vende su fondo de armario
El dinero se destinará a los veteranos de Irak y Afganistán
¿Quién puede querer 61 trajes de poliéster, manchados de sangre, lodo y ceniza, traspasados por las balas, sudados por un puñado de tipos duros en las peligrosas calles controladas por la mafia de Nueva Jersey? Lógicamente, los fanáticos de la serie mafiosa por excelencia, Los Soprano, que dejó de emitirse hace un año.
Los Soprano venden fondo de armario. Son atuendos míticos, historia de la televisión. Sobre todo los que ha lucido Tony Soprano, el líder de esta saga italoamericana que convivió con el asesinato e idolatra el concepto de honor, durante las seis temporadas que ha durado la serie. Es decir, la camisa azul que lleva en los títulos de crédito, la bata que se pone en el primer episodio para recoger el diario a la puerta de casa, el traje que llevaba cuando Tío Junior trataba de matarle a tiros...
Cualquiera podrá pujar por estas verdaderas reliquias de la televisión en una subasta pública a celebrar el próximo 25 de junio en Christie's. Incluso los directores del Museo de Historia Americana de Washington, que exhibe en sus vitrinas objetos como el ordenador portátil de Carrie Bradshaw en la serie Sexo en Nueva York. El precio de salida es de 318 euros por pieza. Se espera que los 24 atuendos de Tony Soprano lleguen a alcanzar 24.000 euros.
El actor que interpreta al patriarca de Los Soprano, James Gandolfini, donará todo el dinero recaudado por sus vestimentas a la fundación Wounded Warrior Project, una ONG que se dedica a atender y cuidar de los veteranos de guerra que regresan seriamente heridos de Irak y Afganistán. Según su contrato con los productores, el actor podía quedarse con los trajes después de que la serie finalizara.
El resto de actores pondrán a la venta otros 37 trajes, aunque no donarán los beneficios a esta ONG. Entre los objetos están las chaquetas y pantalones de Christopher Moltisanti y Paulie Walnuts, capos de la familia DiMeo.
Todos los artículos fueron diseñados por Juliet Polsca, galardonada con dos premios Emmy por este trabajo, que representa a la perfección el estilo exagerado y agresivamente masculino de los mafiosos norteamericanos nacidos de la inmigración italiana del siglo pasado. Por supuesto, los fanáticos de la serie no buscarán el valor artístico sino el valor sentimental de unos atuendos que son ya parte de la historia de la cultura pop.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
