Un reloj interno regula el hambre en el organismo
Además del reloj biológico circadiano, que regula el ritmo del organismo en función de la luz, de la noche y del día, el cerebro (al menos en el de los ratones) tiene un segundo reloj que se ocupa del tiempo de comer, según han descubierto unos científicos del Beth Israel Deaconess Medical Center. Patrick Fuller y sus colegas presentan su trabajo en la revista Science. Este segundo reloj, que reside en una estructura del cerebro diferente del primero, probablemente actúa cuando el alimento escasea, de modo que cambia los hábitos del animal para que no se quede dormido cuando puede surgir una ocasión de comer.
El reloj regulado por la necesidad de ingerir alimentos puede ser especialmente importante para animales como los pequeños mamíferos que no pueden sobrevivir mucho tiempo sin alimentarse, explican los investigadores. En sus experimentos han usado ratones en los que han modificado la expresión de un gen clave en el reloj biológico, el BMAL1.
Estos científicos se plantean que tal vez sus trabajos puedan ayudar a las personas a recuperarse del llamado jet lag.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.