Barandiaran estuvo reunido con el jefe de ETA seis horas en bares de Arcachon

El juez Ismael Moreno envió ayer a prisión al ex alcalde de Andoain (Guipúzcoa) José Antonio Barandiaran por delito de colaboración con ETA. Barandiaran reconoció ante el magistrado que el 18 de mayo -dos días antes de la operación antiterrorista en la que fue detenida la supuesta cúpula de ETA- había mantenido una cita con Ainhoa Ozaeta y Francisco Javier López Peña, Thierry, en Arcachon (Francia), a petición de Ozaeta, de la que sabía que pertenecía a la banda al menos desde 2006.

En el auto en el que la Audiencia Nacional envía a Barandiaran a la cárcel de Soto del Real (Madrid) se señala que el ex regidor había recibido en su domicilio de Andoain una nota de Ozaeta en la que le pedía que acudiera a una cita frente al Ayuntamiento de Arcachon. En la misiva se indicaba que como contraseña llevase una carpeta negra, para que pudiera ser reconocido en el caso de que Ozaeta no pudiera asistir. Barandiaran acudió al encuentro con el coche de su compañera y realizó numerosas paradas por el camino como medida de seguridad para comprobar si era seguido.

En Arcachon, el ex alcalde se reunió con Ozaeta y Thierry, quienes fueron detenidos en Burdeos el 20 de mayo junto con Jon Salaberria e Igor Suberbiola. López Peña propuso a Barandiaran que elaborase un trabajo teórico sobre "el sistema político de un Estado vasco".

Barandiaran no respondió al juez sobre si había aceptado la propuesta de López Peña, aunque fuentes de la investigación aseguran que sí lo hizo. El auto detalla que tras la detención de Barandiaran, se ocuparon en su domicilio varios efectos, entre los que destacan: un sobre blanco de tamaño mediano con la marca de agua de la organización ETA, un folleto con el anagrama de ETA en el que puede leerse "Gogoz eta ahaleginez denok batera" [Con ganas y haciendo lo posible todos juntos], en cuyo fondo aparecen dos encapuchados disparando con pistolas, y un colgante con el logotipo Bietan jarrai, lema de ETA.

También fue incautada una carta mecanografiada suscrita por seis presos de ETA dirigida al colectivo de presos mostrando su disconformidad con la estrategia de la lucha armada. Igualmente, fue intervenido un documento titulado Hacia la independencia, otro relativo a las líneas de actuación de la organización juvenil ilegalizada Segi para 2007 y 2008, y otro documento que contiene un croquis y se inicia con la palabra ETA.

El juez Moreno considera que las pruebas revisten los indicios de colaboración con ETA, delito castigado con penas de cinco a 10 años de prisión. Por ello y para prevenir el riesgo de fuga, la destrucción de pruebas y que pueda cometer nuevos delitos, ordenó su ingreso en prisión. Fuentes de la investigación indican que aunque no se le hubiera intervenido la documentación con sello de ETA (bonos de financiación de la banda, estrategia de la ilegal Segi para 2007 y 2008, ponencias de una reunión para la ilegalizada Batasuna), bastaría para incriminarle su entrevista con el aparato directivo de ETA en Arcachon.

La cita comenzó a mediodía a las puertas del Ayuntamiento y prosiguió por varios bares del municipio francés durante seis horas. Más allá del descaro o temeridad del presunto dirigente de ETA, la larga reunión prueba a juicio de los investigadores que Barandiaran fue a recibir instrucciones de gran calado. "Nadie se entrevista seis horas con la cúpula de ETA para recibir el encargo de un informe", ironizan expertos en la lucha contra ETA. Por ello, desde la Fiscalía de la Audiencia Nacional se actuó con pleno convencimiento en la petición de prisión para el ex alcalde: "Si la alcaldesa de Mondragón está en prisión, en este caso, con mayor razón". De haber negado su entrevista con ETA, se habría acudido a los testigos de su encuentro en Arcachon: miembros del Servicio de Información de la Guardia Civil, que dirige el general Pablo Martín Alonso. Mientras los etarras iban de bar en bar por Arcachon tuvieron, al igual que sus potenciales víctimas en Euskadi, escolta policial a las puertas de cada local.