LOS OJOS DEL TERROR
Ser de Mozambique o de Malaui en Johanesburgo o en Ciudad del Cabo significa llevar el miedo en el cuerpo. La ola xenófoba no da tregua, y miles de personas como las de la foto se hacinan en iglesias, comisarías y campos de refugiados huyendo de una muerte que en las últimas dos semanas se ha cobrado 43 vidas.
Ser de Mozambique o de Malaui en Johanesburgo o en Ciudad del Cabo significa llevar el miedo en el cuerpo. La ola xenófoba no da tregua, y miles de personas como las de la foto se hacinan en iglesias, comisarías y campos de refugiados huyendo de una muerte que en las últimas dos semanas se ha cobrado 43 vidas. "Allí no hay trabajo y nos pegan. Aquí nos pegan, pero hay trabajo", dice un inmigrante.
Páginas 2 y 3
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