La reinvención del mundo o cómo vender electricidad

Endesa también se ha apuntado a la publicidad social. La compañía eléctrica ha hecho su primera presentación en sociedad -tras un no poco belicoso cambio de propietarios- con una campaña centrada en la necesidad de reinventar el mundo para los hijos de tus, sus o nuestros hijos. Nada de producto, nada de contar lo buenos que son. La empresa se ha rendido a esta nueva era de la publicidad de las emociones, esa comunicación de los valores que pregonan los gurús del gremio publicitario.

El anuncio televisivo no ahorra emotividad. Se trata de spots de 90 y 60 segundos en los que niños de distintos países les recuerdan a los adultos que ellos también tienen pensado crecer y tener hijos, y éstos a su vez, querrán tener a los suyos, así que habrá que arreglar las cosas, proteger el mundo. Garantizar, como dice una niña latinoamericana, que todos los niños del futuro tengan "miles de farolas para que debajo se den el primer beso" -esto, suponiendo, claro, que los primeros besos se den bajo farolas y no en lugares más discretos-. De fondo, una versión de Tomorrow, la famosa canción de la película Annie. La campaña, ideada por las agencias McCann Erickson y SCPF, ha invadido todos los medios y el coste se presume extraordinario, aunque la eléctrica rehuye hacerlo público.

Endesa sí destaca que su objetivo es comunicar a la sociedad su "visión diferente de lo que debe ser el mundo de la energía".

La compañía ha explicado que intentará situar a Endesa en una "dimensión empresarial distinta" y difundir "una nueva forma de entender el sector energético". El contenido de la campaña trasciende lo meramente ecológico para alcanzar un valor superior, "lo social". El grupo se ha propuesto huir de "triunfalismos" y apostará por "la honestidad".

Al final, Endesa se compromete a reinventar la energía que moverá el mundo. Anima a convertir las empresas en desafíos. Y las chisteras en conejos.