La Xunta edita una guía sobre la violencia machista en los medios

Ana Orantes fue asesinada por su ex marido quince días después de denunciar en un programa de televisión las palizas que le propinaba. El hombre del que se había divorciado dos años antes le prendió fuego después de rociarla con gasolina. Pasó en Granada hace once años. Desde entonces, la violencia machista llena páginas de periódicos. Por eso, varias entidades han elaborado códigos de autorregulación para el tratamiento de las informaciones sobre agresiones a mujeres. Vicepresidencia de la Xunta, también.

La secretaria general de Igualdade, Carme Adán, presentó ayer un manual de redacción periodística para el tratamiento informativo de la violencia machista. A partir del lunes, Vicepresidencia repartirá 3.000 guías e impartirá clases teóricas y prácticas en las redacciones de los 13 periódicos de Galicia y en los medios digitales. En septiembre, llegará el turno a las televisiones.

Evitar el morbo y la frivolidad, utilizar fuentes que proporcionen información relevante -y no los vecinos de la víctima o del agresor-, evitar tratamientos sesgados sobre los maltratadores o informar también de casos cuyo final fue positivo son algunas de las propuestas del manual. Isabel Menéndez, creadora de la guía junto con otros periodistas y profesionales del ámbito de la perspectiva de género, destacó un apartado con definiciones de términos clave como "desigualdad" o "violencia de género". A menudo "se usan muy mal las palabras", señaló.

Carme Adán recordó que en 2006 se firmó un acuerdo con la prensa escrita por el tratamiento de la violencia de género. Esta guía y el plan formativo para periodistas son un paso más en "el compromiso de los medios de comunicación para prevenir las agresiones a mujeres", afirmó.

De hecho, el tratamiento acertado de la información sobre la violencia machista está contemplado en dos artículos de la Ley gallega para la prevención y el tratamiento integral de la violencia de género, aprobada el año pasado. Según la responsable de la guía, los periodistas pueden influir en ello sentando algunas bases: "El maltrato es un delito y el agresor, un delincuente", "las mujeres no mueren a causa de la violencia de género, sino que son asesinadas por sus parejas o ex parejas". Huir de los eufemismos y destacar las dificultades que afrontan las mujeres que se atreven a denunciar las agresiones en lugar de victimizarlas son otras de las "buenas prácticas" que recomienda la guía. El manual aboga además por no ofrecer datos personales que impidan el anonimato e incluir información útil a las noticias que ayude a otras víctimas. Y un toque de atención a las televisiones: "No es imprescindible la presencia de mujeres agredidas en platós de televisión para concienciar a la sociedad de la desigualdad y la violencia machista".

Luis Álvarez Pousa, vocal del Colexio de Xornalistas de Galicia, alentó a los profesionales de la comunicación a no ser neutrales en los temas de violencia de género porque si lo hacen, "se convierten en cómplices del delito". La ideología sexista que impera en la actualidad no debe ser tratada, según Álvarez Pousa, desde una posición "profesionista, de simple descripción sin compromiso", sino de una manera crítica.