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El CAC cree que el reglamento de BTV quita poder a su director

El órgano consultivo pone en cuestión la futura norma

El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) emitió ayer un informe en el que pone en duda el contenido del futuro reglamento de Barcelona Televisió (BTV), elaborado por los cinco partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Barcelona. El CAC cuestiona el modelo que sitúa al director-gerente de BTV (términos antagónicos en la profesión) en un papel de subordinación respecto al consejo de administración, que estará formado por profesionales propuestos por los partidos. El organigrama ya había provocado las críticas del Colegio de Periodistas.

Es el director quien debe tener la facultad de nombrar y destituir a su equipo

El Ayuntamiento de Barcelona solicitó al CAC que realizara un informe, no vinculante, que fue aprobado ayer por un resultado de seis votos a favor, dos abstenciones y uno en contra. Uno de los miembros del consejo no asistió a la reunión. El documento da la razón a quienes advertían de que la figura del director-gerente perdía poder periodístico. "El modelo podría plantear algunos problemas a la hora de garantizar la gestión eficaz del servicio público (...) al situar al director-gerente ejecutivo en una posición de clara subordinación", dice el documento. En este punto, el CAC lanza sombras sobre uno de los puntos del reglamento al atribuir al Consejo la potestad "de ratificar por mayoría simple los nombramientos y ceses de los responsables de informativos y de programas de la entidad gestora realizados a propuesta del director general". El CAC avisa de que debería ser justamente lo contrario: que es el director el que debe tener la facultad de nombrar y destituir a su equipo y que sólo debe dar cuenta de su gestión al Consejo. "Tiene que haber una garantía de la profesionalidad y no interferencia ilegítima en el ejercicio de sus funciones", dice el texto.

El futuro reglamento de BTV había despertado recelos en medios periodísticos que denunciaban que la figura del director quedaba desvirtuada al adquirir un carácter funcionarial y estar sometida a las decisiones del consejo de administración, formado en un futuro por personas que representarán a los partidos políticos (dos del PSC, dos de CiU, una de ERC, una de PP y una de ICV).

La norma estuvo hasta principios de esta semana en exposición pública y recibió una decena de alegaciones, entre ellas del Colegio y Sindicato de Periodistas y el comité de empresa de Lavinia, productora en la que trabajan la mayoría de periodistas de BTV. Los tres coincidían en reclamar que se dotara de mayor independencia al director tras el arduo debate suscitado para elegir al director de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), de la que dependen Catalunya Ràdio y TV-3. El PP también ha alegado. El resto de partidos estaba satisfecho con el reglamento porque fue aprobado por mayoría e inspirado en el modelo de RTVE y la CCMA. Lamentan que la terminología del director-gerente la propusiera en su día el CAC a petición de televisiones locales que, por su pequeña dimensión, creían que no podían tener un director general.

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