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El PSOE pide al PP que cumpla el pacto antitransfuguismo en Calvos de Randín

Los socialistas denuncian una maniobra de Baltar para recuperar la alcaldía

El PP se inmola en el ayuntamiento limiano de Calvos de Randín. Los cuatro concejales populares que integraban la oposición al PSOE han pedido su paso al grupo de los no adscritos. "Se van al infierno", declaró ayer indignado el secretario de organización del PSOE orensano, Miguel Fidalgo, explicando que el grupo de los no adscritos es el antiguo grupo mixto, desaparecido a raíz del pacto estatal contra el transfuguismo firmado para evitar precisamente "la moción de censura que se consumará en Calvos contra el gobierno democráticamente elegido". El trasvase del grupo popular se produce a costa de su propia desaparición y los socialistas creen que "esta operación de piratería" está promovida por el presidente provincial, José Luis Baltar, "que compra lo que pierde en las urnas. Mañana dirá que condena la operación", advirtió la diputada socialista Laura Seara, "pero no nos vale la condena; si manda, le exigimos que la desmonte". Seara conminó a los presidentes regional y nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo y Mariano Rajoy a que "desautoricen el golpe".

La espantada de los populares de su grupo se produce apenas dos meses después de que uno de los cinco ediles del PSOE, José Manuel Andrade, diera el primer paso escindiéndose del gobierno local, "tras repetir que lo que cuentan son los cuartos", manifestó ayer el regidor socialista, Aquilino Valencia. Tanto él como el resto del PSOE orensano aseguran que "esta operación de ingeniería política caciquil" busca la moción de censura contra el PSOE antes de "volver todos al PP".

Los socialistas advierten que los tránsfugas no son "simples concejales", sino personas relevantes en el PP. Dos de ellos, Antonio López y Antonio Rodríguez, fueron alcaldes en anteriores legislaturas y este último fue también diputado provincial. Su hija, Sandra Rodríguez, es la presidenta del PP local. La cuarta firmante, Teresa Lage, es la única sin cargo y Valencia expresaba ayer su sorpresa. "Ella tenía mi confianza", señaló.

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