Los agentes extorsionaban a unos empresarios por encargo de otros

La supuesta trama de corrupción en la Policía Local de Coslada (83.200 habitantes) ha dejado al descubierto una nueva vertiente. Los agentes que estaban a las órdenes del responsable del cuerpo, Ginés Jiménez, se dedicaban a extorsionar a comerciantes y empresarios de la localidad a petición y bajo pago de otros. Así lo ha puesto de manifiesto la detención de un comerciante chino el pasado miércoles por parte de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El empresario, de unos 30 años, regenta una tienda de todo a 100 en una céntrica calle de la localidad. Las escuchas telefónicas y las vigilancias del grupo contra Organizaciones Criminales de Antiguos Países del Este (OCAPE) permitieron sacar a la luz que este hombre llamó, supuestamente, al jefe de la Policía Local de Coslada, Ginés Jiménez, y le dio dinero para que los agentes que aquél tenía a su cargo extorsionaran a un comerciante que acababa de abrir su tienda justo a su lado.

El trabajo de los policías consistía en inspeccionar y pedir todo tipo de documentación al nuevo empresario y acosarle de tal modo que no pudiera abrir la tienda. Como le faltaba una licencia, pidieron incluso el cierre.El instructor del informe calificaba la personalidad de Jiménez de "peculiar" y "conflictiva". Aseguraba que "sus métodos de dirección y liderazgo presentan un perfil personalista" y señalaba la "dudosa y nada clara sujeción al principio de legalidad de sus actuaciones (algo que pone los pelos de punta a todo demócrata que se precie)".

Los encontronazos con el concejal del PP, Francisco Javier Becerra, que por entonces estaba al frente de las concejalías de Seguridad y Personal, también son recogidos en el informe: "Es sobradamente conocida su falta de coordinación (cuando no abierta insubordinación) con el concejal de Seguridad". Uno de los hechos que probaba la falta de obediencia a sus superiores era el uso que, según la investigación del técnico, hacía Jiménez de los medios de comunicación. Así lo explica Sánchez-Bermejo: "La utilización de los medios cuando le viene en gana, sin autorización previa y al margen de cualquier criterio de oportunidad política, puede darnos una idea de hasta qué punto este señor se considera investido por unos poderes que le sitúan por encima del bien y del mal (¡un auténtico poder fáctico!)".

La investigación municipal establecía que "las prácticas vejatorias" de Jiménez no eran un hecho aislado. A tenor de las declaraciones de los agentes le imputaba "hostigamiento prolongado, violencia psicológica, degradación del clima laboral". El autor del informe proponía tres medidas para atajar el problema Ginés: abrir un expediente sancionador, recurrir a la vía judicial y cubrir la plaza de subinspector, un mando de confianza política por encima de Jiménez. Nada de esto se hizo.

Sánchez-Bermejo contó ayer a este periódico que el procedimiento para cubrir esa plaza se abrió poco después. "Pero nos dieron órdenes de la alcaldía para que lo parásemos", asegura. Poco después, el concejal Becerra cesó en su cargo. Le sustituyó José Huélamo (Plafatorma de Izquierdas de Coslada, que garantizaba la alcaldía al PP), quien pasó a ocuparse de Seguridad y Urbanismo.

Becerra, que sigue como concejal pero en la oposición, aseguró ayer que no se siguieron las recomendaciones del informe por deseo de la PIC. "José Huélamo y Antonio Murillo no quisieron que el tema llegase a la vía judicial o que se iniciase un expediente sancionador. Además, Jiménez recurrió ante la justicia el proceso para nombrar un subinspector".

Este informe se abordó ayer en el pleno del Ayuntamiento de Coslada, una reunión larga y tensa en la que los cuatro grupos municipales (PSOE, IU y PIC, en el gobierno y PP, en la oposición) aprobaron por unanimidad crear una comisión de investigación sobre la presunta trama de corrupción en la policía de su municipio. Arrancará cuando termine la investigación judicial que ha llevado a la cárcel a 11 de policías locales con cargos que incluyen extorsión, agresiones o robos. Investigará las posibles responsabilidades políticas.

El PP decidió apoyar la moción, pese a que se rechazaron todas sus enmiendas, entre las que figuraban que la comisión se iniciara en junio. "Para que luego no digan", justificó el portavoz del PP, Raúl López Vaquero. Francisco Javier Becerra (PP), ex concejal de seguridad, pidió enérgicamente las dimisiones del actual alcalde, Ángel Viveros (PSOE) y de su concejal de seguridad y obras públicas, Antonio Murillo (PIC). Los vecinos asistentes pidieron además la dimisión de López Vaquero del PP. Tres vecinos fueron desalojados de la sala, entre ellos una joven que tildó de "fascista" a Viveros.

Otros muchos se quedaron en la calle por falta de aforo, informa Rebeca Carranco. Aguantaron la lluvia y abuchearon al alcalde Viveros, al popular López Vaquero y a los policías municipales que había en la zona.