El tango global
Tango around the world muestra lo universal de este género arrabalero, con creaciones realizadas en Senegal, Grecia, Portugal o Finlandia
Gardel, Le Pera, Mores, Discépolo, Troilo, Rivera, Cadícamo, Manzi, Pugliese, Mores, Piazzola, Goyeneche, Varela... Con tales nombres, no hay dudas, el tango es cosa de Buenos Aires, allí nació -o en Montevideo, pero tampoco es cuestión de entrar en estériles discusiones- y allí creció de la mano de monumentales compositores, instrumentistas, orquestas, letristas, vocalistas... Sin embargo, ese género arrabalero que se desbordó en mil direcciones siempre tuvo vocación viajera: no pasarían muchos años de su creación, cuando en París encontró un segundo hogar desde el que perturbar con su baile a las mentes biempensantes de la vieja Europa. Además, el tango y los tangueros siempre han sido nómadas a la búsqueda del sustento. Pese a ello, sorprende encontrar en el recopilatorio Tango around the world muestras contemporáneas del género facturadas desde lugares tan dispares como Finlandia, Noruega, Grecia o Portugal. Incluso de Senegal, con Ousmane Touré introduciendo el inevitable bandoneón en un tema cantado en lengua maninka, inspirado por las atmósferas de Gotan Project.
También la sombra de Gotan Project -inventores del tango electrónico- se siente en Felino, de los noruegos Electrocutango, en Gia lio, de los griegos Alexis Kalofolias & Thanos Amorginos, y en Estrela da tarde, de la portuguesa Liana, en su caso partiendo desde el fado. Quizás no impresionen lo suficiente estas muestras con el marchamo cosmopolita de los Gotan, pero extraña saber de la devoción que se vivió por el tango ¡en Finlandia! desde comienzos del siglo XX; y ahí sigue, con creadores autóctonos como M. A. Numminen & Sanna Pietiäinen, escribiendo e interpretando con ortodoxia música instrumental. Pero, puestos a rizar el rizo, no está mal descubrir a Fortuna, vocalista brasileña especializada en música sefardí que adapta el ritmo del Río de la Plata a una melodía tradicional judía de Europa oriental cantada en yídish. Pero la cosa no acaba ahí: Earth Wheel Sky Band, formación de gitanos serbios, hermana el tango con la música romaní en el fascinante Gipsy tango.
Esta visión planetaria del tango contemporáneo hace parada en Argentina de la mano de Daniel Melingo, el músico pop Federico Aubele, el heterodoxo Cáceres con el vocalista Ariel Prat, y, como cierre, esa versión prodigiosa de Mi Buenos Aires querido interpretada por Hugo Díaz, el músico que sustituyó bandoneón por armónica; es el tema más añejo del álbum, un homenaje a este inquieto renovador que falleció en 1977. Tango around the world nos enseña que el tango, como el jazz y el rock, es un género que se presta a la transformación y al encuentro con otras músicas y culturas, sin saber de fronteras. -
Tango around the world está editado por Putumayo/Karonte.
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