¿Crisis? ¿Quién dijo crisis?
Expoturismo y Expoconsumo abren en el BEC con récord de expositores y un optimismo ajeno a la desaceleración
La Humanidad está de enhorabuena. Ya hay un antídoto contra la crisis. Lo han inventado los bilbaínos y consiste en algo tan simple como cubrirse con una inmensa tela metálica de color gris, una idéntica a la que rodea el BEC de Barakaldo. Ayer, con motivo de la inauguración de Expoturismo y Expoconsumo, dos ferias expuestas a los rigores de los vaivenes económicos, el fenómeno quedó científicamente demostrado: no hay crisis, ni desa-celeración, ni apuros a fin de mes a este lado de la malla.
"No, no es eso", desilusiona Enrique Alvarado, director del Patronato de Turismo de Lanzarote, uno de los 752 expositores (dos más que en 2007) que exhiben sus atractivos en los 30.000 metros cuadrados que ocupa Expoturismo. "¿Sabe qué pasa? Que las vacaciones son como el comer: sagradas. Nadie puede estar sin ellas y la gente se aprieta el cinturón con otras cosas".
La consejera de Industria, Comercio y Turismo, Ana Aguirre, inauguró el evento y anunció que tampoco hay crisis en el turismo de Euskadi: en el primer trimestre los hoteles vascos registraron un 6,8% más de entradas.
Desde Durango hasta las Encartaciones, pasando por Nepal o Brasil, 24 países ofertan hasta el domingo sus encantos. Marruecos es el país invitado de honor, papel que el año pasado recayó en Colombia. "Nosotros no acusamos la crisis. Lo que acá cuesta tres euros, allá cuesta uno y ese es un gran enganche", dice Juan Gabriel Pérez Chaustre, responsable del pabellón colombiano. "El nuestro es un turista de nivel medio-alto: Caribe, Pacífico, buceo, surf, cultura, historia, café... incluso ferias taurinas. En enero nos visitarán 130 miembros del Club Cocherito: diez días de actividades y ocio a 3.200 euros".
Tampoco la palabra crisis tiene acento andaluz. "En el primer trimestre registramos un aumento del 43% de viajeros del País Vasco", presume Gorka Lerchundi, responsable del área de mercadotecnia del pabellón de Andalucía.
Le suena más cercana la palabra maldita a Joaquín Martínez, del Grupo Hamersol, una de las contadísimas empresas de promoción inmobiliaria presentes. Esta firma tira de imaginación para combatir el declive económico. Amén de la clásica rebaja ("Antes 162.500, ahora 155.000"), ofrece al comprador un pago de 500 euros al mes durante año y medio. "Ésta es una crisis de confianza, por lo que debemos recurrir a un marketing nuevo, similar al del automóvil", dice.
En un mundo globalizado, el llanto ajeno desemboca siempre en una sonrisa propia. En el pabellón reservado a Expoconsumo (menaje, cocina, decoración, cosmética, cuero, cafeteras, sofás, coches, bicicletas, ibéricos, pulpo, quesos, piscinas,...) el que se frota las manos es Raúl Bastida, de Mobil Baslan, que instala casas prefabricadas. Su facturación se acelera a medida que se congestiona la de las inmobiliarias clásicas. Por 17.000 euros, IVA, nivelación y transporte incluidos, Bastida le planta a uno una casa con dos habitaciones, baño completo, salón comedor y cocina con barra americana... en 24 metros cuadrados. Otro milagro en el BEC.
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