La caída del 72% en las ventas de pisos arrastra a las inmobiliarias
Los úiltimos resultados acercan a las siete grandes promotoras a los números rojos
La comparación debe provocar sudores fríos en los despachos de los directivos de las promotoras: los 500 millones de euros que ganaron siete de las grandes en el primer trimestre de 2007, cuando el sector del ladrillo vivía sus últimos días de gloria, palidecen con los escuálidos 20 millones de beneficios que sumaron Metrovacesa, Martinsa-Fadesa, Realia, Reyal Urbis, Parquesol y las divisiones inmobiliarias de Sacyr Vallehermoso y Acciona entre enero y marzo de este año.
Y si algo causa esos sudores fríos, es la caída en picado de la venta de pisos. De poco ha servido que algunos empresarios hayan reconocido que han reducido el número de promociones en marcha para ajustarse al parón en la demanda. Las siete empresas cotizadas vendieron viviendas por valor de 299 millones, un 72% menos que en el primer trimestre del año pasado. El caso más sangrante es el de Reyal Urbis, que ha pasado de ingresar 244 millones a siete. Es decir, en tan sólo un año se han evaporado un 97% de sus ventas. Le siguen en malas noticias Acciona Inmobiliaria, Parquesol, y Vallehermoso.
En cuanto a los resultados, los que el año pasado ya tenían pérdidas, las aumentan; y los que registraron ganancias, ven cómo éstas se reducen sustancialmente. Se salva de la quema la más pequeña de las analizadas, Parquesol. No sólo ha obtenido beneficios, de 4,4 millones, sino que los ha aumentado un 17%, al tiempo que ha vendido un 13% más que en el primer trimestre del año pasado.
En conjunto, el sector se acerca peligrosamente a los números rojos, en los que ya están de lleno Martinsa-Fadesa y Reyal Urbis. Pero si para traspasar la barrera de las pérdidas globales sólo faltan 20 millones, si se añaden a las siete promotoras los resultados de Colonial, que se dedica principalmente al alquiler, los números rojos que acumulan las ocho firmas superarían los 250 millones.
La facturación conjunta de las siete grandes inmobiliarias descendió un 33% en el mismo periodo, superando ligeramente los 1.000 millones, según los datos remitidos a la CNMV. Este descenso, no obstante, no tiene impacto en las ventas comerciales, porque la cifra de negocio sólo contabiliza las entregas y escrituras cerradas en ese periodo, de pisos que se vendieron antes.
En un sector tan atomizado como el inmobiliario, que se reparte entre 40.000 pequeñas, medianas y grandes empresas, la cifra de negocios de las 10 grandes representa sólo el 6% del total. Pero es importante porque da una idea de los problemas que atraviesa el ladrillo a causa de las dificultades para conseguir financiación, del clima de desconfianza, que hace que los compradores se lo piensen más de una vez ante la expectativa de caídas de precios. Tampoco ayudan los récords que día tras día alcanza el Euríbor, el principal referente que marca el precio de las hipotecas. Ayer llegó hasta el 4,99%, su máximo desde diciembre de 2000.
Y al desplome en las ventas y resultados de las inmobiliarias le sigue un goteo de suspensiones de pagos que asola al sector de la vivienda. Fueron 156 en el trimestre, según los cálculos de la aseguradora Crédito y Caución, que incluye en la lista inmobiliarias, constructoras y empresas de actividades derivadas.
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