El eterno retorno del trasvase

Las Cortes Valencianas alteran el ciclo natural del agua. No vale la evaporación y precipitación aleatoria. Solo vale el trasvase del Ebro. Un proyecto derogado hace cuatro años que ya ha sido debatido cinco veces en las Cortes en los escasos cinco meses hábiles de la actual legislatura.

Costa: "El agua del Ebro es la poción mágica que necesitamos"

Ricardo Costa, portavoz del PP, hizo ayer una artificiosa presentación de la última versión del mito del eterno retorno al hemiciclo del agua del Ebro. Esgrimió el informe sobre la sequía en la cuenca mediterránea elaborado por la Generalitat y aprobado hace un mes por el Comité de Regiones (CdR) de la Unión Europea, el informe Camps, y lo presentó como la bendición internacional del trasvase del Ebro. Los socialistas valencianos, como los vecinos de la irreductible aldea gala donde residía Asterix, están cada vez "más solos y más sordos" en la oposición al trasvase del Ebro y en favor de las desalinizadoras porque les gusta refocilarse en "pócimas de salmuera y banquetes de dióxido de carbono en un reducto canino", espetó Costa.

Ángel Luna, portavoz socialista, dio en el clavo. "Si esto es la aldea gala, usted es Assuranceturix, el bardo, solo se sabe una canción y la canta mal". Luna hizo un esfuerzo didáctico. Recordó que el CdR es "un órgano consultivo"; que la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea rechazan los trasvases kilométricos; que el informe Camps no supone ninguna novedad en materia de trasvases; que los socialistas apoyan el trasvase del Júcar al Vinalopó; que el tripartito catalán no tiene que ver con la posición que los socialistas han mantenido siempre hacia el trasvase del Ebro; etcétera, etcétera.

Un esfuerzo inútil. Costa situó el debate en su dimensión mítica: "La pócima mágica que necesita la Comunidad Valenciana es el agua del Ebro".

"Usted no quiere un debate racional", acertó Luna. El socialista apenas dejó entrever con una broma la contradicción que entraña el acuerdo de venta a Danone de 700 millones de litros de agua al año firmado por los regantes de Villena. Luna no quiso hacer sangre con el Agua para embotellar que defienden algunos; tal vez porque, según qué cosas, no acaban de estar bien vistas en Alicante. "Agua para todos con la intermediación de Danone", fue la mayor ironía que se permitió.

El eterno retorno del agua tiene, en efecto, resonancias regionalistas, un eco que Costa quiso vestir de nacionalismo para ganarse las simpatías de Josep María Pañella, quien defendió una enmienda a la iniciativa del PP en nombre del Bloc-Compromís. "Únase a nosotros, como nacionalista que es", cantó Costa.

Pero Pañella apuntó a la sequía que sufre el Júcar para esquivar la oferta y fingir su equidistancia de los dos grandes partidos. "Los acuerdos entre [el socialista José] Bono y el [popular Eduardo] Zaplana son los que nos han llevado a la sobreexplotación de los acuíferos del Júcar", sentenció.