El feísmo copa la escena emergente de la feria SwabDatos prácticos

Después de la avalancha de vídeo, ahora es tiempo de pintura y también, aunque en menor medida, de dibujo, escultura y fotografía. Vuelve Swab, la feria privada de arte contemporáneo organizada por los arquitectos y coleccionistas Joaquín Díez Cascón y su hija Marina, que se inaugura esta tarde en las Drassanes con la participación de 38 galerías de 11 países. Joven y emergente parecen ser las dos palabras clave de un evento que pretende presentar artistas nacidos a partir de 1970 que se están labrando una fama en el extranjero y aún se conocen poco en España.

Si es cierto, tal como afirma su fundador, que "Swab es un reflejo fiel del panorama contemporáneo", entonces se puede afirmar que la estética feísta es la tendencia predominante entre los emergentes. Lo confirman los rostros desencajados de las pinturas de Margaux Williamson y de los dibujos a bolígrafo de Erica Eyeres (Fette's Gallery, Culver City, Estados Unidos); las esculturas apenas esbozadas, entre el ídolo y el personaje de cómic, de Leiko Ikemura (Wohnmaschine, Berlín); las pinturas de escuálidos cuerpos de mujer con un pene en lugar de la cabeza de Alexander Gerginov y el rostro de Claudia Schiffer, colgado de la pared como si fuera un trofeo de caza, ambos de la galería Pistolet de Sofia (Bulgaria).

En ocasiones, el gusto por las formas repulsivas y grotescas se combina con toques de ironía y humor negro, que se cristalizan en el Punching Bush, un hiperrealista punching-ball con el rostro amoratado del presidente de Estados Unidos, creado por Eugenio Merino (ADN, Barcelona), autor del Fidel Castro zombi, que fue una de las piezas más fotografiadas de la última edición de la feria madrileña Arco. Destilan un humor de corte surrealista también las representaciones irónicas de fobias y miedos de las minipinturas de Jakob Roepke (Jarmuschek and Partner, Berlín), las obras más baratas de la feria a tan sólo 150 euros cada una.

La pintura es la gran protagonista, en todas sus formas, incluida la tinta transparente que Xavi Déu (Cadaqués Dos, Cadaqués) utiliza para trazar dibujos de pájaros y otros especímenes en hojas también transparentes de modo que se perciben sólo en forma de sombras cuando son iluminados por una fuente de luz. Entre las raras propuestas que se alejan de los formatos tradicionales, destacan las insólitas esculturas que Brian Dettmer (Mito, Barcelona) realiza recortando el interior de un libro en diferentes niveles, de los que surgen increíbles dibujos tridimensionales. A pesar de su exquisito trabajo de miniaturista contemporáneo, unas calaveras humanas y animales, construidas fundiendo y moldeando viejas cintas musicales, demuestran que también Dettmer coquetea con el encanto del horror. A su lado, la inquietud que genera las investigaciones de tecnología biogenética se plasma en las pinturas, enteramente realizadas con ordenador, de Anthony Crossfield, donde aparecen el feto en formol de un niño con alas en lugar de brazos y los cuerpos aparentemente entrelazados de dos amantes, que finalmente resultan ser un único monstruoso engendro.

La feria ha instituido el Premio Swab, que en cada edición reconocerá la excelencia en una disciplina, empezando este año con el dibujo. La obra ganadora pasará a formar parte de la colección Diezy7, propiedad de los fundadores de la feria, cuyo fondo se presentará al público por primera vez el sábado, en el hotel Anglí.- Swab: www.swab.es

Ubicación: Drassanes, en la Sala Marqués de Comillas del Museo Marítimo.

Del 15 al 18 de mayo

Inauguración: hoy a las 19.00 horas. Viernes y sábado, de 16.00 a 21.00 horas. Domingo, de 12.00 a 21.00 horas. Entrada: 15 euros; reducida, 7 euros.