EMT y FGV pierden ayudas estatales por 335 millones

La Entidad de Transporte Metropolitano (ETM), que aglutina las líneas de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) y los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), ha dejado de percibir durante los últimos cinco años 335 millones de euros porque el Partido Popular se ha negado a firmar el contrato programa con el Gobierno, según denuncia el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Valencia. Además, los socialistas aseguran que el argumento defendido por los populares -que no firman porque se destina más dinero a Barcelona- es falso ya que, "a igualdad de servicios, el dinero por habitante otorgado por el Estado es el mismo".

El concejal socialista Juan Ferrer explica que las partidas consignadas del contrato programa del Estado que irían a parar a la ETM, tanto para el metro como para los autobuses, suman 185,2 millones de euros entre 2004 y 2008. 116 millones serían para la EMT y otros 68, para el metro. Pero los contratos con las entidades metropolitanas (como Madrid y Barcelona) implican que los Gobiernos autonómicos pongan, como mínimo, un euro por cada euro del Estado. Es decir, la Generalitat debería poner, como mínimo, otros 185,2 millones de euros, aunque Ferrer asegura que la Generalitat catalana aporta más, en concreto, 1,85 euros por cada euro del Gobierno central.

Para llegar a la cifra que ETM ha dejado de percibir, Ferrer resta a los 185,2 millones que debería haber cobrado del Gobierno y los 185,2 del Consell, los 34,1 millones de euros que sí ha puesto el Estado en forma de subvención directa.

Los socialistas también esgrimen que las cifras destinadas a Valencia y Barcelona no son comparables y que no hay discriminación. El contrato programa de Barcelona, que sí se beneficia de las ayudas porque la autonomía lo cofinancia, abarca siete comarcas, una red de 10.000 kilómetros y una población de 4,8 millones de habitantes. Según el PSPV, allí se incluye una red de tranvías metropolitanos y trenes de cercanías de la red catalana.

Si solo se cuentan los autobuses urbanos y el metro, los 199 millones de euros de aportación del Gobierno en el contrato 2007-2008 para Barcelona suponen una inversión de 41,62 euros por habitante, la misma cantidad que para Valencia si se cifran los 65 millones de euros consignados en los presupuestos para esos años en los medios de transporte homólogos.