Llegan las lluvias

La lluvia caída ayer en las cabeceras del río Llobregat y de su principal afluente, el Cardener, es una aportación significativa en las reservas de agua. Desde abril, los pantanos de La Baells (en la parte inicial del Llobregat) y los de Sant Ponç y la Llosa del Cavall han visto incrementar de manera continuada sus reservas. Llegaron a una situación límite a principios de abril con una reserva conjunta del 20%.

En las cabeceras del Llobregat y el Cardener cayeron unos 20 litros

Era el porcentaje límite a partir del cual se debían adoptar nuevas restricciones, pero a partir de las lluvias y con el deshielo los embalses han crecido en un 50%, pasando del pírrico nivel de abril a una acumulación de agua que casi llega al 30% (28,9% antes de las lluvias de ayer).

En las cabeceras de estos dos ríos se recogieron alrededor de 20 litros por metro cuadrado. Veinte en Bagà hasta las 19.00, y 23,4 litros en La Pobla de Lillet, hasta la misma hora. Fue una lluvia constante, pero sin temporal. En El Port del Compte (Solsonès), al inicio del Cardener, también se recogieron algo más de 20 litros por metro cuadrado. En la estación de esquí ha habido extraordinarios registros en abril, que han contribuido de manera decisiva a la cifra de 43,5 litros por metro cuadrado, una de las más importantes de Cataluña. El doble, por ejemplo, que en La Pobla o Bagà.

La lluvia de ayer (más la que se espera hoy) contribuirá de modo decisivo a mejorar el estado de los pantanos que gestionan el agua del Llobregat. El temporal de levante, en cambio, afectó poco a Lleida. Las precipitaciones alcanzaron unos registros máximos de entre dos y cinco litros por metro cuadrado, cantidad insignificante que no servirá para aumentar el caudal de los ríos y el nivel de los pantanos, informa Lluís Visa.

En Tarragona, la lluvia caída ayer resultará muy beneficiosa para el campo, particularmente para la vid. También ha salvado muchos almendros que estaban amenazados por la sequía y da un respiro a los pozos a los que se recurre para regar los avellanos. El daño que la sequía ha causado en el cereal, sin embargo, es irreversible, según el coordinador territorial de Unió de Pagesos en Tarragona, Josep Maria Coll, quien pidió que se aplace el traslado de agua a Barcelona porque cree que el caudal recogido permite cubrir, de momento, la necesidad de agua de boca de los barceloneses.