Un barrio de Jaén vuelve a inundarse 12 años después por carecer de una presa
La construcción ilegal de 155 chalés junto al río bloquea el deslinde
La historia vuelve a repetirse en la zona residencial de Los Puentes, una barriada de Jaén que sufrió la madrugada de ayer los efectos de una gran tromba de agua -más de 60 litros por metro cuadrado en menos de una hora- y el desbordamiento del río Eliche. Medio centenar de viviendas anegadas y una veintena de familias desalojadas de sus domicilios trajo de nuevo a la memoria las graves inundaciones del verano de 1996.
Desde entonces, los vecinos aguardan que las administraciones cumplan con sus compromisos, que pasan por el encauzamiento de los ríos por parte de la Junta de Andalucía y la construcción de una presa de contención de avenidas por el Gobierno central. Sin embargo, esta última medida está pendiente de que se acometa el proceso de deslinde, una patata caliente para los organismos públicos, ya que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir dictaminó la ilegalidad de 155 chalés de esta zona por encontrarse a menos de 50 metros del cauce del río y ocupar, por tanto, las zonas de servidumbre y dominio público hidráulico.
"Si desde 1996 el Ayuntamiento hubiera tomado cartas en el asunto esto no se hubiera producido", señaló ayer la alcaldesa, la socialista Carmen Peñalver, para responsabilizar de estas nuevas inundaciones al anterior gobierno municipal, del PP. Sus declaraciones no hicieron más que avivar el enfrentamiento político que este tema suscita desde hace más de una década. El anterior alcalde, Miguel Sánchez de Alcázar (PP), no tardó en replicar para culpar a la Subdelegación del Gobierno por no haber culminado aún el proceso de notificaciones de deslinde, previo para construir la presa.
El vicepresidente primero de la Junta, Gaspar Zarrías, que participó en la reunión para coordinar los trabajos de limpieza de la zona, dijo que el proyecto de la presa ya está elaborado, a falta sólo del informe de impacto ambiental, y las obras se iniciarán a principios de 2009. El coste de la presa superará los 36 millones de euros, mientras que el encauzamiento de 40 kilómetros del río costaría unos 800.000 euros por kilómetro.
La barriada de los Puentes es una zona residencial situada junto a las vegas de los ríos Eliche, Quiebrajano y Jaén, a escasos kilómetros del casco urbano, compuesta mayoritariamente por segundas viviendas, que sus inquilinos utilizan principalmente en los meses veraniegos. Fueron construidas a partir de la década de los años 60, en muchos casos fuera de ordenación urbanística. En la madrugada de ayer, una fuerte tormenta cogió por sorpresa a los vecinos, que vieron cómo el río se desbordaba y el agua, que en algunas zonas superó el metro y medio de altura, anegó viviendas, jardines, huertas y numeroso equipamiento urbano. "Las autoridades deben tomarse en serio este tema y poner los medios para evitar riesgos", señaló Luis Guzmán, presidente de la asociación vecinal del Puente de la Sierra. Otros vecinos criticaron la suciedad del río, en especial que la Confederación del Guadalquivir dejara en los laterales del cauce numerosos troncos que ahora han sido arrastrados por las aguas y han podido actuar como tapón. También en Almería se registraron hasta 26 incidencias por las tormentas, localizadas en su mayoría en la Comarca del Poniente en la que cayeron 96 litros por metro cuadrado, que inundó garajes y sótanos en las barriadas de Matagorda, Balerma, Las Norias y Pampanico (El Ejido), informa Europa Press.
Temor al coste político de demoler
En octubre de 2004, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir señaló en un informe que de las 1.655 viviendas que hay que deslindar en la zona residencial de Los Puentes de Jaén, 155 chalés están en situación ilegal al encontrarse a menos de 50 metros del cauce del río y ocupar, por tanto, la zona de dominio público hidráulico. El subdelegado del Gobierno en Jaén, Fernando Calahorro, reconoció entonces que entre las alternativas que baraja el Gobierno para evitar las inundaciones "la más adecuada" sería la demolición de esos chalés. Calahorro habló de la necesidad de regularizar una zona "caótica" desde el punto de vista urbanístico. "Se tirará lo necesario para garantizar y velar por la seguridad de los vecinos", añadió al respecto el entonces delegado de la Junta, Francisco Reyes.En febrero de 1999, casi tres años después de las graves inundaciones de 1996, los vecinos lograron que se redactase por escrito un compromiso de varias administraciones para ejecutar los trabajos que eviten nuevas riadas. El proyecto estrella es la construcción de una presa para la contención de avenidas, pero antes debe abordarse el deslinde de las viviendas, un proceso que las distintas administraciones vienen ralentizando por el temor a un posible coste electoral. El anterior concejal de Urbanismo, Manuel Peragón, del PP, justificó la demora en las notificaciones en la "complejidad" del proceso.
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